“Lo importante es que los diabéticos estén siempre controlados y no lleguen a etapas tardías de la retinopatía”

La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes, causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina del fondo de ojo. Desde el punto de vista oftalmológico, la retinopatía diabética es uno de los problemas de salud pública más preocupante, producto de que es una de las principales causas de ceguera en pacientes diabéticos a raíz del compromiso ocular. El Dr. Héctor Letelier, oftalmólogo, conversó con Ciencia y Salud para ahondar en los conceptos más importantes de esta patología y cómo la está enfrentando la especialidad.

¿Qué tan importante es actualmente el problema de la retinopatía diabética en Chile y en el mundo?

En general se sabe que más o menos el 6% de la población adulta es diabética y habitualmente la mitad de estos pacientes desconocen su condición. De ese total de pacientes diabéticos, la retinopatía es una complicación a largo plazo de la enfermedad y se ha visto que más o menos el 30% de los diabéticos pueden tener el riesgo de presentar esta complicación. Esto también se puede aplicar acá en Chile, yo trabajé mucho tiempo en un hospital público y se ve que la gran mayoría de la patología en el departamento de retina, entre el 70 y 80%, deriva de esta complicación que es la retinopatía.

En base a su experiencia, ¿por qué se provoca esta situación?

Esta complicación está muy asociada al nivel sociocultural y de educación de las personas. De hecho, podríamos decir que en el ámbito público hay una realidad y en el área privada hay otra, porque habitualmente en el sector público todavía hay dificultades en el acceso a la salud, sumado a un déficit de profesionales idóneos a nivel de atención primaria.

¿Cuál es la realidad del paciente diabético a nivel de atención primaria?

El cuidado del diabético en la atención primaria podríamos decir que es básico, pero también la población es responsable de su salud. Uno pregunta y a veces quisiera que el manejo fuese más estricto en el control metabólico de la enfermedad, pero además la gran responsabilidad es de los pacientes que no consultan a tiempo.

¿Cuál es la realidad de esta patología en el sector privado?

Los pacientes consultan más a tiempo y hay mayor tendencia a controlarse preventivamente, aunque también se ven casos avanzados, pero la frecuencia es mucho menor. El paciente que tiene mayor conocimiento, mayor estándar de vida tiende a prevenir más que el paciente de estratos bajos.

¿Cómo aporta el hecho de que esta patología esté cubierta por el GES?

Por la gran importancia en cuanto a la frecuencia de esta patología en general, tal vez no hubo un gran cambio en el diagnóstico y en la atención del paciente. Diría que en donde más pudo haber progresado, fue en la resolución quirúrgica de la patología, pero lamentablemente esto está enfocado a las complicaciones más tardías de la enfermedad. Ese grupo de pacientes se beneficia de la mejoría en la parte quirúrgica, pero quizás es demasiado tarde, ojalá que uno no llegara a ese tipo de soluciones.

En este sentido, ¿qué rol ocupa el buen control metabólico del paciente diabético?

Está demostrado que el control estricto de la glicemia reduce el riesgo de la retinopatía y de su progresión. Hay que saber que se necesita un mínimo de cinco años para desarrollarla, un paciente que aunque esté muy mal controlado, en los primeros cinco años no va a tener retinopatía diabética y el control periódico anual del fondo de ojo es la principal herramienta para detectar esta complicación.

¿Entonces hay que cambiar el foco hacia el diagnóstico precoz y el control oportuno?

Eso es lo básico. En esta enfermedad se pueden aplicar todos los conceptos de la prevención, esto parte por la educación, por tener una atención primaria de buena calidad  y mejorar el nivel educacional de la gente. La prevención es fundamental en esta enfermedad.

¿Qué ocurre con los factores de riesgo en esta enfermedad?

En los pacientes diabéticos tenemos más hipertensión, más insuficiencia renal y por ejemplo el embarazo también la hace progresar.  Una embarazada que no tiene retinopatía diabética tiene un 10% de riesgo de tenerla y un 5% de que avance a niveles proliferativos. Además, los niveles de colesterol, anemia y el tabaquismo crónico son factores que van influyendo. Habitualmente los pacientes diabéticos tienen otras enfermedades, es una enfermedad que tiene muchos factores de riesgo.

Muchas veces el paciente no consulta por la falta de síntomas visuales importantes, ¿cómo se puede revertir esta situación?

En la retinopatía diabética puede darse el caso de que haya una visión normal a pesar de tener una enfermedad avanzada. En general en oftalmología el único parámetro que el paciente tiene para autoevaluarse es la visión y se confían en eso. La mejor manera de prevenir es con el control oftalmológico periódico y anual cuando no hay enfermedad, porque cuando hay patología se requieren controles más seguidos.

¿Cuál es la indicación de control?

Se diferencia un poco entre el diabético tipo 2 que es el adulto habitualmente, donde el primer examen oftalmológico tiene que ser al momento del diagnóstico, porque con frecuencia se desconoce cuánto tiempo tiene el paciente siendo diabético. No ocurre así con el diabético juvenil, en que habitualmente el diagnóstico comienza en el momento en que se produce la enfermedad, entonces el control se hace al año siguiente. En general uno debería educar que en todo diabético, independiente del tipo, el primer control se realice al momento del diagnóstico de la enfermedad para definir cómo serán los controles.

Todas las proyecciones hablan de un importante aumento de la población diabética, sumado a esto hay un envejecimiento de la población, ¿cómo influye esto en el futuro de la enfermedad?

Como es una enfermedad que tiene que ver mucho con la cultura y los niveles socioeconómicos, el futuro va un poco ligado a eso. La tendencia es que va a ir en aumento por los factores de riesgo que hablamos,  el grado de obesidad que se incrementa y que también es un factor de riesgo para ser diabético, entonces si se mantienen las políticas actuales, vamos a seguir por el mismo camino. Tenemos que tener un cambio, lo importante es que los diabéticos estén siempre controlados y no lleguen a etapas tardías de la retinopatía. La prevención sigue siendo el enfoque primario.

En qué se basa actualmente el tratamiento, ¿cuáles son sus pilares y objetivos?

Los pilares los podríamos dividir en dos: el control sistémico de la diabetes enfocado a un control estricto de la glicemia y de los otros factores de riesgo. A nivel oftalmológico, el enfoque se basa principalmente en la aplicación de láser retinal y actualmente se están usando algunas drogas que bloquean los factores de crecimiento vasculares. La base del tratamiento de la retinopatía sigue siendo la panfotocoagulación con láser.

¿Qué rol juega el paciente en este contexto para tener un tratamiento exitoso?

En general la experiencia es que el paciente que llega a controlarse, independiente del nivel en el que llegue, sigue un control adecuado. Lo negativo son los que llegan con la enfermedad avanzada, sobre todo los pacientes que llegan con buena visión y con una enfermedad avanzada. Lo que uno ve en la realidad es que ellos el manejo oftalmológico lo hacen bien, pero el manejo de su glicemia es poco constante e inadecuado, falla el control metabólico. El tratamiento del especialista se basa en un buen control metabólico para tener resultados positivos.

¿Cómo es a su juicio el manejo de la especialidad sobre esta patología?

En general la oftalmología chilena y los especialistas están muy bien preparados para tratar la retinopatía diabética, existen grandes profesores como el  Dr. Juan Verdaguer Tarradela, que nos inculcan periódicamente en los cursos esta enfermedad y en todo congreso se revisa. El oftalmólogo en general está muy bien preparado para resolver los problemas que conlleva esta complicación de la diabetes, pero falta un poco afirmar el área de la atención primaria para que no se llegue a niveles tan altos de complicaciones visuales.

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