La reumatología es un área de la medicina sobre la cual muchas veces existen mitos y desinformación. A qué se dedica la especialidad, cuáles son los problemas que enfrenta y que esfuerzos se están realizando para darle a conocer entre la comunidad médica y la población en general, son algunos de los temas que revisó en entrevista con Ciencia y Salud la Dra. Cecilia Trejo, reumatóloga y directora de la Sociedad Chilena de Reumatología.
Doctora, muchas veces puede confundirse el área de acción entre un traumatólogo y un reumatólogo. ¿Cuáles son los ámbitos de cada uno?
Hay que aclarar que la reumatología es una rama de la medicina interna, por lo tanto, a diferencia de los traumatólogos, nosotros primero somos internistas y luego reumatólogos. Los traumatólogos más bien se dedican a enfermedades traumáticas, cosas más bien mecánicas y ellos son cirujanos. La reumatología es una ciencia que estudia todo lo que está relacionado con las enfermedades del mesénquima, que es un tejido del que estamos hechos. Nos podemos enfermar de cualquier cosa que tenga que ver con ese tejido y eso va desde el ojo, el corazón, las articulaciones, el pulmón, etc. Entonces es por eso que nunca se ha podido aclarar qué es lo que hace el reumatólogo, pero para ponerlo en términos simples, se dedica a ver la enfermedad articular y no si el paciente tuvo el accidente.
¿En qué aspectos se conectan ambas disciplinas?
Por ejemplo en el caso de la artritis reumatoidea. Esa es una enfermedad que va a atacar por problemas inmunológicos la articulación y ésta finalmente se va a enfermar por este motivo y no producto de un trauma. A veces nos unimos con los traumatólogos porque por ejemplo en una artritits reumatoidea mal tratada o severamente grave, se puede destruir una articulación de tal manera que finalmente se necesita al traumatólogo para que haga una prótesis. Además hay cosas que sí compartimos, una intersección en que nos podemos encontrar las especialidades como por ejemplo en el manejo de las tendinitis, bursitis, todo lo que tiene que ver en ocasiones con la artrosis.
¿Qué tan grande puede ser el espectro de pacientes y patologías que involucran al reumatólogo?
Nosotros nos vemos obligados a conocer la medicina interna porque por ejemplo un oftalmólogo me puede derivar un paciente porque tuvo un tremendo episodio en el ojo y no ve nada. De hecho, el mismo paciente pregunta por qué tiene que ir al reumatólogo si le duele un ojo y es finalmente porque tenemos que estudiar la parte inmunológica y ver si el problema no es el inicio de una enfermedad que puede ser por ejemplo, una espondiloartritis anquilosante. Acá nos ha pasado que tenemos que ver pacientes que no pueden tener bebés, derivados por los ginecólogos, y la gente dice por qué lo están mandando al reumatólogo y puede ser que la paciente tenga unos anticuerpos que se llaman los antifosfolípidos que impiden que la señora pueda tener hijos. Y así es cómo nos vamos conectando con las otras especialidades.
¿Cuál cree usted que es el mito más grande que tienen los pacientes sobre la reumatología?
La gente cree que los reumatólogos sólo vemos pacientes viejos y eso es un error, eso lo hace el geriatra, que se dedica a la atención del adulto mayor en todo su contexto. En el caso nuestro, vemos paciente que recibimos desde los 16 años, e incluso existen los pediatras reumatólogos porque las enfermedades del mesénquima empiezan desde niños. Nuestro rango de edad va desde los 15 a los 90 años, no hay un espectro de paciente reumático. Antiguamente se ponía a toda la gente en un saco, se hablaba del reuma relacionado con el dolor articular. Este concepto hemos tratado de ir aclarándolo porque la gente sigue pensando que tiene reuma. Con los años la gente envejece y las articulaciones también, la artrosis es una degeneración de los cartílagos normal en todo el mundo, pero es patológico cuando se acelera o es precoz en personas jóvenes o llega a provocar tal destrucción de la articulación que lleva al dolor, esa es la patología más frecuente en el adulto mayor.
¿A que género afectan más las enfermedades reumatológicas?
Vemos a tantas mujeres como hombres, lo que pasa es que hay algunas enfermedades que son más prevalentes según el género. En la mujer es más frecuente la artrosis y la osteoporosis, que es un tema que también compartimos con los endocrinólogos y con los ginecólogos. Lo que pasa es que los ginecólogos manejan mucho la parte de la postmenopausia con las hormonas, pero además nosotros vemos las enfermedades osteometabólicas en las que también participan los endocrinólogos. En los hombres, es el típico deportista de fin de semana que no entrena, acá nos encontramos de nuevo con los traumatólogos, porque muchas veces esta persona además ya ha tenido una lesión de ligamentos o meniscos, por lo tanto la articulación no viene bien.
Si existen mitos o falsas creencias instaladas en la comunidad, ¿qué ocurre a su juicio con los otros médicos en relación a la reumatología?
Dentro de la comunidad médica muchas veces es vista como la especialidad fome, que todo lo arregla con corticoides (ríe) porque ese es el gran mito, que arreglamos todo con prednisona. Lo que no es un mito y muchas veces nos pasa, es que nos conocen como los “ratones de biblioteca” porque somos los más estudiosos en ese aspecto dentro de la medicina interna, a reumatología habitualmente llegan las enfermedades raras. Ahora se está uniendo mucho a nosotros la nueva especialidad de inmunología que también ve muchas patologías. A nosotros como reumatólogos nos han abierto los ojos para conocer los causales de ciertas patologías y hemos entendido mucho.
¿Qué esfuerzos está realizando actualmente la especialidad respecto a la difusión, tanto hacia los pacientes como hacia la comunidad médica?
Dentro de la Sociedad Chilena de Reumatología se ha tratado de dar a conocer quiénes somos. Hemos publicado un par de cosas en medios de comunicación nacional contando lo que hacemos, porque de verdad somos desconocidos. Por otro lado estamos buscando dar a conocer la subespecialidad a nuestros colegas, porque esta es un área que está en falencia, se están formando pocos profesionales porque además es una especialidad que no es muy lucrativa, tienes que estudiar harto y no se gana mucho. Entonces es algo que da para pensar a los futuros médicos.
En lo concreto, ¿cómo esperan revertir esta situación?
Lo que estamos haciendo como Sociedad es dictar cursos a médicos generales y vamos a provincias. Somos alrededor de 150 médicos de la Sociedad acreditados para Chile y la mayoría están concentrados en Santiago, entonces en provincias hay lugares donde no existen reumatólogos como en Iquique, Copiapó, Coyhaique o Punta Arenas. Incluso en el mismo Santiago hay zonas donde no hay especialistas cien por ciento formados.
¿Cuál sería el mensaje entonces para la comunidad en general?
La gente sabe poco de estas enfermedades, consulta tarde y muchas veces nos encontramos que cuando consultan, no hay mucho que hacer y eso es lo que queremos cambiar, sobre todo a nivel de médicos generales. Por eso hacemos estos cursos, para que sepan sospechar a tiempo para poder derivar a los pacientes a tiempo, porque no sólo llegamos tarde a nivel de los hospitales sino también a nivel de consulta.