El gran desarrollo que ha tenido la cardiología en Antofagasta

Las enfermedades cardiovasculares representan un importante problema de salud pública en Chile y en el mundo. Es por este motivo que contar con unidades y equipos profesionales preparados es fundamental. Antofagasta no se queda atrás y últimamente ha experimentado un importante desarrollo con la implementación de una Unidad Coronaria y una completa Unidad de Hemodinamia en el Hospital Regional, esta última encabezada por el Dr. Bernhard Westerberg, cardiólogo Intervencionista, quien explicó a Ciencia y Salud qué ha significado para la zona contar con este grupo humano y técnico de trabajo.

¿Cómo surge la necesidad de desarrollar la cardiología en Antofagasta?

Como antecedente, Antofagasta es una de las regiones de Chile que tiene mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares en general. Esto motivó que se integrara años atrás la especialidad de cardiología al Hospital y en la década de los 90 se llegó a un acuerdo con el Hospital Gustavo Fricke de Viña para resolver las patologías más complejas que cada vez eran más frecuentes en Antofagasta, y otras a la Clínica Antofagasta.

¿Cómo se desarrolló esa experiencia?

Esto funcionó durante muchos años, pero la mayor demanda de los pacientes motivó que se diera curso a la necesidad de contar con una Unidad Coronaria propia por la distancia y los tiempos de resolución. Detrás de este proyecto estaban los doctores Cotoras y Saavedra, quienes diseñaron el plan a futuro de desarrollo de una unidad cardiológica como tal en este centro.

¿Cuál fue el primer paso para llegar a esto?

El primer paso fue la optimización de la toma de imágenes no invasivas, luego vino la formación de la Unidad de Hemodinamia y la Unidad de Paciente Crítico Cardiológico. Dada la experiencia que tuvimos en el Hospital Gustavo Fricke, el grupo cardiológico de ese hospital en conjunto con el ministerio de Salud, empezaron a asesorar la formación de estas unidades. Y luego llegué yo, que pertenecía al Hospital Gustavo Fricke y cuando surgió el proyecto de Antofagasta, como grupo decidimos apoyarlo y una de esas medidas fue mi venida.

¿Cómo se fue organizando el equipo y cómo trabaja actualmente?

Esta Unidad es aún joven, está por cumplir tres años de funcionamiento y en este tiempo hemos tenido un avance rápido y progresivo tanto en la cantidad de pacientes atendidos como en la complejidad de las patologías. Aún tenemos mucho por crecer, la experiencia en este sentido ha sido muy grata y los resultados nos avalan, la tasa de éxito es alta y la de complicaciones es baja, dentro de los rangos esperables para una unidad de esta complejidad.

¿Cuáles son las proyecciones que usted ve a este trabajo?

Siempre hay visos de seguir aumentando la oferta de complejización de prestaciones. Dentro de este mismo contexto, al poder funcionar la Unidad Coronaria nos permitió el siguiente paso de empezar con la atención de los pacientes de urgencia, de lunes a domingo, todo el día y durante todo el año. De esta forma, la Región de Antofagasta está completamente cubierta para procedimientos de urgencia en caso de necesitarlos.

En términos de resultados, ¿están conformes?

Hay buenos resultados que han permitido disminuir la morbimortalidad de estos pacientes, tanto los crónicos como los agudos. Siguiendo con este mismo escalafón de crecimiento, se proyecta en un futuro muy cercano la formación de la cirugía cardiovascular y electrofisiología en este hospital. Esto nos permitiría tener un núcleo cardiológico muy completo.

¿Cuáles son a su juicio las claves del desarrollo progresivo que han tenido como grupo?

La voluntad de los que forman el equipo, todos los que estamos acá remamos en una sola dirección y en general hemos recibido el apoyo de la dirección del Hospital, del Servicio y el  Ministerio de Salud, lo cual junto con la asesoría del hospital de Viña ha permitido que esta unidad avance a un paso adecuado. Además nos ha permitido resolver nuestros pacientes.

Me imagino que la demanda ha sido creciente, ¿cómo es la capacidad de respuesta actual?

Progresivamente ha ido creciendo la demanda, porque también ocurre el fenómeno de que cuando uno aumento la oferta también se incrementa la demanda, pero pese a esto hemos logrado tener una cobertura de las necesidades bastante adecuada e inclusive nos ha permitido ofrecer cobertura a otras regiones como Arica, Iquique y Copiapó para que resuelvan los problemas cardiovasculares que tienen.

¿En la parte de hemodinamia qué es lo que más realizan?

El 90 o 95 por ciento de los procedimientos son coronarios, en diagnóstico principalmente la coronariografía y en terapéutica la denominada angioplastia coronaria, tanto en pacientes crónicos como agudos. A futuro, además de otros procedimientos como sondeos cardiacos, angiografías de otros territorios, angioplastias  de otros territorios, se va a complejizar más con la cobertura de la atención percutánea de los problemas valvulares, endoprótesis aórtica, etc.

Cómo cree usted que ha aportado este núcleo de desarrollo al tema de las enfermedades cardiovasculares en la región

Este proyecto cardiológico fortalecido al ser bien recibido, está contemplado su crecimiento en el nuevo hospital, con todas las prestaciones de un hospital de primer nivel en Chile. Esto es un beneficio fundamental para los pacientes. Lo que se ha logrado y se sigue logrando a todo ámbito local, no solo en la atención directa del paciente sino además en la integración con cardiólogos que ya estaban en la región, nos ha permitido trabajar en un equipo cada vez más amplio que no solo incluye el propio hospital. Además hemos trabajado en educación médica continua, llevamos organizados ya dos cursos internacionales y este año haremos un tercero y seguimos implementando tareas de este tipo como la conformación del núcleo de la Sociedad Chilena de Cardiología en esta ciudad y una serie de eventos y líneas de trabajo que no son directamente la atención del paciente, pero que finalmente se traducen en un beneficio para ellos.

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