La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su último informe de estadísticas sanitarias que, entre otros temas, muestra cómo los esfuerzos realizados por los países más pobres para mejorar la salud de sus ciudadanos han permitido reducir en las dos últimas décadas la brecha que había con los países con mejor salud.
En concreto, el informe de este organismo de Naciones Unidas resalta los avances logrados para la reducción de la mortalidad infantil y materna, la mejora de la nutrición y la reducción de la mortalidad y las infecciones por VIH, la tuberculosis y la malaria.
«Los intensos esfuerzos por alcanzar los Objetivos del Milenio han mejorado claramente la salud de personas de todo el mundo», reconoció Margaret Chan, directora general de la OMS, que recuerda que estos objetivos se habían puesto como fecha límite 2015 y ya quedan «menos de mil días».
Uno de los indicadores donde se ha constatado la reducción de desigualdades ha sido la mortalidad infantil. Así, mientras la diferencia entre los países con más y menos mortalidad infantil en 1990 era de 171 muertes por cada mil nacidos vivos, en 2011 se redujo hasta las 107 muertes.
Además, algunos de los países con las tasas de mortalidad infantil más altas en 1990, como Bangladesh, Bhután, Laos, Madagascar, Nepal, Ruanda, Senegal y Timor Oriental, han mejorado la supervivencia infantil hasta el punto de que ya no pertenecen a ese grupo.
Por otro lado, si en 1990 los países con las tasas más altas de mortalidad materna durante el embarazo y el parto tenían una media de 915 muertes por cada 100.000 niños nacidos vivos, en 2010 esta brecha se había reducido hasta las 512 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. Por desgracia, la tasa global de reducción (del 3%) tendrá que duplicarse para alcanzar el Objetivo del Mileno de reducir este indicador en tres cuartas partes.
En lo que respecta a la brecha entre los países con las tasas más altas y más bajas de nuevas infecciones por el VIH, ésta se redujo desde 360 hasta 261 personas por cada 100.000 habitantes entre 1990 y 2011.
Mientras que las nuevas infecciones por el VIH aumentó seis veces en los países con las tasas más bajas, el grupo de países con las tasas más altas han reducido las nuevas infecciones por el VIH en un 27 por ciento.
A nivel mundial, las muertes por tuberculosis (TB) se han reducido en más de un 40 por ciento desde 1990 y la tendencia indica que la incidencia de esta enfermedad se reducirá un 50 por ciento en 2015. Además, la brecha entre los países más y menos afectados ha pasado de las 62 a las 41 muertes por cada 100.000 habitantes.
«Nuestras estadísticas muestran que en general las brechas se cierran entre los países más favorecidos y menos favorecidos del mundo», dice el Ties Boerma, director del Departamento de Estadísticas de Salud y Sistemas de Información de la OMS.
Sin embargo, según ha añadido, la situación está «lejos de ser satisfactoria», porque «el progreso es desigual y siguen persistiendo grandes brechas».
MENOS PARTOS PREMATUROS Y PROBLEMAS DE ACCESO A MEDICAMENTOS
El informe también analiza la incidencia de los partos prematuros, considerado como tal aquel que se produce antes de la semana 37 de embarazo. Cada año nacen alrededor de 15 millones de bebés antes de esta fecha, siendo la segunda causa más importante de muerte después de la neumonía en todos los niños menores de 5 años.
Además, casi el 10 por ciento de la población mundial adulta tiene diabetes, lo que causa un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y hace que quienes la padecen sean 10 veces más propensos a sufrir una amputación de miembro inferior.
En cuanto al acceso a los medicamentos, muchos países de ingresos bajos y medianos se enfrentan a una escasez de medicamentos en el sector público, obligando a la gente con el sector privado, donde los precios pueden ser hasta 16 veces más caros. En estos países, sólo el 57 por ciento de los medicamentos genéricos están disponibles en el sector público.