Prevención en oftalmología

Al igual que en todas las especialidades de la medicina, la prevención es un tema pendiente para la oftalmología, un problema cultural que muchas veces lleva a un diagnóstico y tratamiento tardío de enfermedades que pueden provocar importantes problemas en la salud visual. En entrevista con Ciencia y Salud el doctor Gino Rojas, oftalmólogo, explica cuáles son los factores claves en los que hay que avanzar para prevenir problemas en la vista y destaca la importancia de pesquisar las patologías en etapas tempranas para evitar complicaciones mayores.

Doctor, ¿cuál  concepto fundamental que hay detrás del tema de la prevención?

En términos generales la prevención en medicina tiene un carácter relevante porque por un lado anticipa la aparición de complicaciones y enfermedades que muchas veces son reversibles, además hay un costo económico porque la detección tardía de una enfermedad incide directamente en los desembolsos de los sistemas de salud.

gws197009¿Y cuál es la importancia específica que tiene el tema en oftalmología?

En oftalmología la prevención tiene una especial importancia porque tenemos que hacer los diagnósticos lo antes posible. Por ejemplo existe el concepto equivocado de que la prevención que tiene que ver con defectos refractivos o uso de anteojo debe hacerse a partir de los cuatro años, sin embargo esto no es así y más aún, la gente no lo hace. De hecho la mayor parte de mis pacientes que sufren de algún defecto refractivo llegan enviados por la profesora, por el pediatra o bien acuden tardíamente producto de que reprobaron un examen de conducción.

¿Cuál es entonces el ideal en términos de pesquisa y diagnóstico en cuanto a vicios de refracción?

En los defectos refractivos es importante pesquisarlos antes de los siete u ocho años porque este es el periodo de formación del ojo. Algunos defectos refractivos como hipermetropía o astigmatismo son de nacimiento, entonces si corregimos este problema tardíamente se produce una pérdida que no se puede recuperar ni con anteojos ni con cirugía. Lo relevante es pesquisar estos problemas antes de los cuatro años de edad, de manera de que el uso de lentes permita un desarrollo visual normal.

¿A partir de qué edad deben hacerse los chequeos?

El control de la vista debe hacerse desde que el niño nace. Existen enfermedades que no están vinculadas con defectos refractivos como la catarata congénita, en la cual si el paciente, en este caso el bebé, es operado tardíamente después de algunos meses de haberse detectado, la pérdida de visión es irreversible. Además existen otras patologías como por ejemplo problemas de obstrucción del lagrimal, el cual se caracteriza por el lagrimeo constante, habitualmente de un solo ojo y cuyas complicaciones van desde el lagrimeo puro, conjuntivitis infecciosa hasta ulceras corneales que son la complicación más grave. Otra patología son los tumores oculares como el retinoblastoma, que produce una mancha blanca en la pupila llamada leucocoria y este tipo de tumor, si no es detectado a tiempo, puede llegar a causar la pérdida del ojo o incluso la vida porque es un cáncer que puede ser detectado con un examen oftalmológico temprano.

¿Qué ocurre por ejemplo en patologías más conocidas como el estrabismo?

El estrabismo debe ser tratado desde que detecta. En el estrabismo lo que se produce es que el paciente no puede fusionar dos imágenes que están enfocando a distintas partes, entonces el cerebro no permite esta visión doble y castiga al ojo que desvía para no perjudicar al sano, lo que conduce a una ambliopía como consecuencia del no uso del ojo desviado. El tratamiento de esta patología debe hacerse con una oclusión del ojo bueno para que el malo recupere la visión perdida.

¿Cómo es la situación en otras etapas de la vida?

En la adolescencia y hasta aproximadamente los 40 años no hay grandes enfermedades que requieran prevención, ya que la mayor parte de las patologías que se concentran a esa edad son de tipo hereditario como problemas retinarios o distrofias. Después de los 40 años normalmente aparece el recrudecimiento de patologías en su mayoría silenciosas.

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta con otro problema común como la miopía?

La miopía es la última enfermedad refractiva en aparecer habitualmente en la pubertad y antes de los 18 años, de hecho una persona que no tiene miopía hasta esta edad no la va a tener nunca. La miopía es el crecimiento del ojo más allá de lo normal, en el caso de la miopía hereditaria, aunque hay que destacar que existen otras causas de miopía como por ejemplo cuando cambia la densidad del ojo en el caso de una catarata o en el caso de los diabéticos cuando se produce una subida de azúcar que se va al cristalino, produciendo una miopía producto de una hiperglicemia.

smp0011773En este contexto, ¿cuáles son las indicaciones principales para lograr una adecuada prevención?

Como prevención se recomienda un chequeo anual, aunque hay que tener en cuenta que a partir de los 35 años hay que pesquisar el glaucoma que es una enfermedad complicada a raíz de que no presenta síntomas.

¿Por qué cree usted que la prevención en oftalmología es un tema que no está tan internalizado o esto es algo que  ocurre también con otras especialidades en medicina?

Me parece que es un tema cultural y transversal a otras especialidades. El paciente en general le dice al médico que se preocupa, pero si le preguntas a médicos de otras especialidades probablemente van a coincidir con que la prevención no es algo frecuente. Muchos pacientes vienen diciendo que acuden a control, pero al mirar la ficha uno se da cuenta del verdadero motivo que es la consulta por una patología aguda o un cambio de lentes. Tenemos el error conceptual de atribuir cada consulta al médico, aunque pasen diez años, como control.

¿Cómo se refleja este aspecto cultural al que usted alude?

Es algo cultural porque en otros países más desarrollados, como por ejemplo Estados Unidos existe el concepto del chequeo preventivo anual, mientras que acá en Chile practicamos la medicina curativa.

¿Cómo se cambia este paradigma y cuál es el concepto ideal de control?

Es difícil porque no existe la conciencia, casi ningún paciente viene realmente a control o trae a su hijo para una revisión periódica. El control como concepto ideal significa que ocurra cuando corresponda, al menos una vez al año y ojalá realizado en la misma parte para poder comparar información y ver la evolución, a esto se suma la ausencia de un problema que te incite a consultar.  En oftalmología el tiempo promedio que pasa entre consulta y consulta es de tres años y medio, que es el tiempo que dura en general un lente. A esto se suma que la presbicia en el caso de los adultos es progresiva, comenzando a los 45 años en promedio y avanzando hasta los 58 años, cada dos o tres años el paciente consulta para cambio de aumento o bien porque el lente está rayado.

Desde la práctica, ¿qué esfuerzos hace usted para difundir la importancia de la prevención?

Es una batalla casi perdida pero la estamos dando. A cada paciente trato de reforzarle la importancia del control e incluso en las recetas hemos incorporado información como la necesidad de control en hipertensos, el control de la miopía cada seis meses, etc. Habitualmente es una recomendación que cae en el vacío, pero hay que seguir intentando.

 

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