La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el viernes a todos los países que deben ser cautelosos al levantar las restricciones impuestas para contener la propagación del coronavirus, y expresó preocupación porque el brote se estaba extendiendo en África.
A la OMS le gustaría ver cierta flexibilización en las medidas, pero al mismo tiempo “levantar las restricciones podría llevar a un resurgimiento fatal”, dijo el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa.
Tedros aludió a una “desaceleración bienvenida” de la epidemia en algunos países europeos -Italia, Alemania, España y Francia- pero aseguró que al mismo tiempo ha habido una “aceleración alarmante” en otros países, incluyendo la transmisión comunitaria en 16 países de África.
Alrededor de 1,6 millones de casos confirmados de COVID-19 y más de 100 mil muertes han sido reportadas hasta ahora a nivel global.
El jefe de la OMS afirmó que estaba particularmente preocupado por la gran cantidad de infecciones reportadas entre los trabajadores de la salud.
“En algunos países se informa que hasta el 10 por ciento de los trabajadores de salud están infectados; esta es una tendencia alarmante”, dijo.
Además, un nuevo grupo de trabajo de suministros de la ONU coordinará y ampliará la adquisición y distribución de equipos de protección, diagnóstico de laboratorio y oxígeno a los países que más lo necesitan.
“Cada mes tendremos que enviar al menos 100 millones de mascarillas y guantes médicos, hasta 25 millones de mascarillas N-95, batas y protectores faciales, hasta 2,5 millones de pruebas de diagnóstico y grandes cantidades de concentradores de oxígeno y otros equipos para cuidado clínico”, aseguró.
El Programa Mundial de Alimentos , la agencia de la ONU que maneja la logística, desplegará ocho aviones 747, 8 aeronaves de carga de tamaño mediano y varios aviones de pasajeros más pequeños para transportar los bienes y ayudar a los trabajadores necesarios en la operación que tendrá 8 centros, agregó.
Tedros señaló que ningún país era inmune a la pandemia, que estaba extendiendo el pánico por todo el mundo. Recientemente se han encontrado casos en algunas partes de Japón sin vínculos conocidos con otros brotes.
El hito de los 100 mil muertos se alcanzó en un Viernes Santo distinto de cualquier otro y mientras algunos países avanzan cautelosamente hacia la reapertura de sectores de sus economías.
Funcionarios de salud pública advirtieron a la gente que no debe violar las normas de distanciamiento social durante la Pascua, porque hacerlo provocaría una nueva ola de contagios. Las autoridades erigieron retenes y barreras para desalentar los desplazamientos.
En Italia, la policía usó helicópteros, drones y retenes para asegurarse de que la gente no saliera de sus casas durante el feriado de Pascua. El jueves detuvo a 300.000 personas en las calles para verificar sus permisos de viaje. Algunas iglesias realizaron oficios virtuales en línea y otras organizaron oraciones en teatros al aire libre.