El 65,8% de los adultos mayores usa prótesis dental, un 57,2% sufre de caries cavitadas y un 81,7% cuentan con menos de 20 piezas dentales. Los datos que arrojó la Encuesta Nacional de Salud (ENS 2016- 2017), son preocupantes y muestran la deficiencia en salud bucal que existe para la población adulto mayor del país.
Para la odontóloga y académica de la Universidad de Talca, Dra. Soraya León, esta carencia se relaciona con múltiples aspectos de la vida de una persona, desde lo social y lo económico. “Tener 9 dientes en la boca es una enfermedad que se traduce en una dentición no funcional, que acarrea un sinnúmero de problemas y afecta la calidad de vida de las personas de muchas maneras. Llegar a la vejez sin dientes no es normal, es una patología”, explicó a Radio Cooperativa.
La dentadura, según detalló la profesional, “proporciona la capacidad para comer, hablar y socializar sin enfermedad activa, incomodidad o vergüenza, y sin la necesidad de usar prótesis completas o parciales”. Por esto, que la atención en odontogeriatría y la salud bucal preventiva es importante que sea considera en la salud pública, otorgando una mayor conciencia sobre nuestra salud y evitar que las personas lleguen a su vejes desdentadas.
Pobreza y salud bucal
La poca educación y la pobreza están vinculadas directamente con la mala salud bucal. Encuestas evidencian que las personas que más sufren de la pérdida de sus piezas dentales están en el rango de pobreza.
Las soluciones para tratar la falta de dientes son costosas, situación que excluye a la población con menos recursos. “Cuando alguien tiene falta de dientes las soluciones son hacer prótesis o rehabilitaciones completas, que son muy caras, que involucran muchos recursos, y excluyen a las poblaciones más vulnerables”, explicó la Dra. León. Sin embargo, en la actualidad existen soluciones innovadoras más económicas, permitiendo a las personas mayores acceder a tratamientos para mejorar su salud bucal.
“Cada vez las personas mayores van a conservar un mayor número de dientes gracias a tratamientos alternativos, como el uso de ciertas pastas dentales que se usan como tratamiento para caries, que evitan ir a la consulta dental y que, bien usadas, permiten el autocuidado a un costo razonable” detalló y agregó que “esta es una intervención de salud pública barata, de bajo costo y amplia cobertura, que ya está disponible y debería implementarse ya”.
La Universidad de Talca ha realizado estudios que comprueban la efectividad de dentífricos que eliminan las caries. En la actualidad existe una sola pasta en el mercado con esa fórmula, la que está sobre los 8 mil pesos. El valor del producto hace que no esté al alcance del bolsillo de muchos adultos mayores que hoy viven con pensiones inferiores a $120.000.
Ante esta realidad, la odontóloga admitió que “me indigna el abuso de la industria, me rebelo frente a la falta de conciencia social. Ojalá algún alcalde leyera esta entrevista para que se empezara a incluir este producto en las farmacias populares”.
Programas odontológicos para el adulto mayor
Hasta la fecha existe atención odontológica para la tercera edad, incluida en el programa GES del Ministerio de Salud. Cuando las personas cumplen 60 años, son integrados al plan de salud y se les entrega una única vez un kit para salud bucal.
Por otro lado, desde el 2014 la campaña Sonrisa de Mujer entrega atención odontológicas a mujeres jefas de hogar del país. El programa, dependiente del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, significa “un gran aporte, porque, sin dientes, se te cierran muchas puertas, partiendo por las laborales, más aún en el caso de las mujeres”, según la Dra. León.
“Las mujeres en Chile vivimos más que los hombres, pero también somos más pobres y más enfermas en general y en la salud bucal también tenemos peores condiciones. Antiguamente se decía que, porque teníamos hijos, perdíamos los dientes. Ese es otro mito”, destacó la odontóloga
Según Soraya León, existe la esperanza de que este escenario cambie y prontamente el trabajo preventivo para los adultos mayores se concrete. “La esperanza es que todo va cambiando, los odontólogos están informándose sobre las nuevas terapias y enfoques, hay inquietud en el Ministerio de Salud por estos temas. Lo preventivo debe empezar a estar presente en las personas mayores, ese cambio es crucial y de a poco se está produciendo”, sostuvo.
Respecto al uso de implantes, la académica de la Universidad de Talca comentó que estos solo deben instalarse como último recurso, puesto que es un proceso extremo. Lo ideal es que las personas puedan conservar sus piezas naturales. Además, los adhesivos para prótesis no son recomendables al convertirse, a la larga, en nichos de infecciones y que se recomienda hacer un cambio de prótesis dental cada 5 años máximo.