Bruselas investiga a Teva. La Comisión Europea ha anunciado la apertura de una investigación en profundidad para determinar si la farmacéutica abusó de su posición dominante en el mercado para poner trabas a la competencia de su medicamento contra la esclerosis múltiple, con medidas para retrasar la adopción y entrada en el mercado de productos rivales.
El medicamento en cuestión es el más vendido por este laboratorio, con sede central en Israel pero con filiales en varios países de la Unión Europea. La patente que protegía el acetato de glatiramero del fármaco caducó en 2015.
Este tipo de patentes divididas provienen de una primera patente “madre” más amplia y pueden cubrir nuevos hallazgos que se solapen de manera significativa, con lo que el titular de la patente puede “multiplicar los obstáculos” a otras marcas.
El Ejecutivo comunitario quiere investigar también si Teva puso en marcha una campaña de comunicación dirigida a profesionales sanitarios y establecimientos para impedir indebidamente el uso de genéricos del acetato de glatiramero.
La Comisión pone como ejemplo hacer creer que otros productos similares podían plantear riesgos para la salud, después incluso de que los fármacos en cuestión hubieran sido autorizados. Si se confirman los hechos, ha apuntado Bruselas, Teva es susceptible de haber cometido un abuso de posición dominante e infringido varios artículos de los tratados de la Unión Europea.
A finales de 2020, la Comisión Europea multó a Teva y Cephalon con sesenta millones de euros por prácticas desleales al ponerse de acuerdos para retrasar la entrada en el mercado de un medicamento genérico para problemas del sueño. El organismo dictaminó que el acuerdo entre ambas farmacéuticas, que consensuaron esta estrategia previamente a que Cephalon se convirtiera en filial de Teva, supuso un abuso de posición dominante que contraviene las reglas de la Unión Europea en materia de competencia.