OMS declaró que no hay evidencia de impacto en la salud producto del accidente de la Central Nuclear de Fukushima

Tras diez años del accidente en la Central Nuclear de Fukushima, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado donde afirmó que no es posible «demostrar un aumento de la incidencia de una enfermedad por la radiación».

«No se ha documentado ningún efecto adverso de salud entre los residentes de Fukushima que sea directamente atribuible a la exposición a la radiación del accidente de la planta nuclear de Fukushima Daiichi», sentencia el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear).

Dentro de las consecuencias del accidente ocurrido el 11 de marzo de 2011, se vislumbra el impacto psicológico y social que sufrieron las personas tras la evacuación de población de las zonas más afectadas, que originaron problemas de salud en los habitantes de la zona afectada.

La Unscear asegura que las dosis de radiación procedentes de Fukushima fueron menores, por lo que «es poco probable que los futuros efectos para la salud atribuibles a la exposición a la radiación sean discernibles», refiriéndose a la improbabilidad de que los actuales métodos científicos puedan demostrar un aumento de la incidencia futura de una enfermedad por esa radiación.

En 2013 la ONU emitió un informe donde también habían concluido que la exposición a la radiación fue menor a lo esperado y que estos podían incidir levemente en la generación de problemas de salud.

Enfermedades e impacto psicológico

Si bien el informe de 250 páginas estipula que ha habido un alza en los casos de cáncer de tiroides entre niños y jóvenes, los expertos atribuyen este suceso al uso masivo de modernos métodos de diagnóstico para detectar problemas en esa glándula.

«Ese exceso no parece estar asociado a la exposición a la radiación, sino más bien al resultado de la aplicación de procedimientos de revisión con ultrasonidos de alta sensibilidad», argumenta la Unscear.

La elevada incidencia se debe a lo que Unscear califica como «hiper diagnóstico», que ha revelado muchos casos de cáncer de tiroides que nunca se habrían localizado sin esos test, ni habrían causado síntomas o la muerte a las personas afectadas.

Respecto a la Leucemia, la Unscear mantiene que, hasta la fecha, «no ha habido informes de un exceso en la incidencia de leucemia en niños o adultos entre los residentes de Fukushima».

Desde el accidente, existe evidencia del aumento de la obesidad, problemas renales, diabetes mellitus o presión alta, entre otros trastornos, algo que se asocia al estrés y al cambio de vida antes que a la radiación.

«Los efectos psicológicos fueron especialmente evidentes entre los evacuados, e incluyeron estrés, ansiedad, depresión, problemas con la bebida y adversos efectos en la salud psicológica entre hijos y sus madres», enumera la Unscear. Desde la organización indican que esos diagnósticos han ido decreciendo con el tiempo.

Cabe recordar que el desastre de Fukushima sucedió a causa de un fuerte terremoto, de 9.0 puntos de intensidad que provocó el posterior y el tsunami que inundó de agua la central, desatando una fusión nuclear.

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