Mayo Clinic está lista para establecer lo que se considera el primer banco de cartílago vivo donado para ofrecer una nueva opción regenerativa en la recuperación de algunas lesiones frecuentes de la rodilla. El banco de donaciones aportará las bases para el primer trasplante de tejido musculoesquelético, vivo y donado a realizarse en Mayo Clinic —y posiblemente en el resto del mundo— con el fin de restablecer la función de la rodilla.
El Centro para Medicina Regenerativa en Mayo Clinic colabora con Medicina Ortopédica y Deportiva para apoyar este trabajo, como parte de su objetivo estratégico para avanzar la práctica.
“Algunos pacientes sufren un daño en el cartílago de la rodilla, que yo comparo con un bache grande en una carretera que, por lo demás, sería completamente lisa. Como se cree que lo perfecto para esos pacientes sería repavimentar el bache, en vez de arrancar toda la carretera y colocar un reemplazo para la rodilla, el trasplante de cartílago vivo puede reparar biológicamente ese bache mientras conserva el cartílago sano y restablece la funcionalidad de la rodilla original”, explica el Dr. Mario Hevesi, cirujano ortopédico en Mayo Clinic.
Los defectos en el cartílago debidos a una lesión deportiva, un desgarro accidental o el desgaste natural del día a día pueden avanzar a una degeneración más generalizada de la articulación. Algunas personas incluso sufren de osteocondritis disecante, afección en la que muere el hueso debajo del cartílago y provoca su desprendimiento. Cualquiera que sea la causa para el defecto en el cartílago, la situación es dolorosa y restringe enormemente la movilidad.
El cartílago es aquel tejido liso que está en el extremo de los huesos y almohadilla las articulaciones para permitirles deslizarse con facilidad, pero no puede regenerarse. Esa es la razón para el dilema de las personas menores de 50 años respecto al tratamiento, puesto que generalmente no están listas para someterse a un reemplazo total de la rodilla.
“Cuando el defecto es pequeño, se toma el propio cartílago del paciente, se lo cultiva en el laboratorio y se lo utiliza para reparar la rodilla; pero cuando el defecto es grande, el paciente posiblemente requiera más cartílago procedente de un donante. Esto es similar a la enfermedad renal, porque cuando el riñón falla, ya no es capaz de recuperarse y los cirujanos deben realizar un trasplante de riñón. Lo mismo se puede decir cuando el cartílago falla: hace falta un trasplante”, comenta el Dr. Daniel Saris, cirujano ortopédico en Mayo Clinic.
Los trasplantes de cartílago actualmente se llevan a cabo con donantes fallecidos. Un banco de donaciones, en cambio, permite obtener cartílago sano y vivo de los pacientes que van a someterse a un reemplazo de la rodilla y están de acuerdo en donar los pedazos restantes de cartílago y hueso sanos que, de otra manera, se desecharían después de la intervención quirúrgica. El banco de cartílago vivo donado proveería una nueva fuente de tejido cartilaginoso sano, ampliaría el acceso de los pacientes y reduciría el costo del trasplante de cartílago.
“Para aplicar la analogía del desgaste de una llanta, se puede tomar ese tejido al que aún le queda kilometraje e implantarlo en otro paciente. Así… de repente, se abre toda una nueva era de posibilidades, porque ya no haría falta esperar para conseguir un poco de cartílago de una persona que lamentablemente falleció. Se podría también controlar mejor la programación de las cirugías y la logística general de la implantación”, asegura el Dr. Hevesi.
Desde hace muchos años, Mayo viene recopilando argumentos científicos para el banco de cartílago vivo donado. El Dr. Aaron Krych, primero, conceptualizó el proyecto y, luego, el Dr. Hevesi amplió y validó la calidad de su disertación doctoral. Ahora, junto al Dr. Saris evalúan el procedimiento en la atención médica de los pacientes.
“Utilizar cartílago vivo donado sería una innovación revolucionaria y centrada en el paciente. Comparado con el estándar actual de las intervenciones quirúrgicas, en las que es imposible predecir el momento en que se recibirá el aloinjerto, el programa de cartílago donado permitirá a los pacientes programar con tiempo la operación a fin de poder planificar su recuperación postoperatoria y hacer los arreglos laborales y personales pertinentes. En nuestro trabajo preclínico, la calidad de las células muestra mayor viabilidad y esperamos que esto lleve a mejores resultados”, señala el Dr. Krych.
Los datos de Mayo muestran que el trasplante de cartílago vivo donado consiste en el 94 por ciento de células vivas, frente al 46 por ciento de células vivas del cartílago de un donante fallecido y procedente de un banco óseo comercial. Mientras más viable es el injerto, más tiempo se espera que dure, lo cual puede retrasar la necesidad de someterse a un futuro reemplazo de la rodilla.
Como el cartílago no tiene vasos sanguíneos ni nervios, el trasplante de cartílago no conlleva riesgo de reacción inmunitaria, a diferencia del trasplante de órganos.
“Esto abre la posibilidad de trasplantar con más seguridad, puesto que el trasplante no será parte de la provisión sanguínea. Asimismo, el riesgo de rechazo será menor cuando los tipos sanguíneos no coincidan. El cartílago funcionará como siempre, solamente que en otro sitio, y el hueso propio del paciente reemplazará al que viene con el cartílago y crecerá en la rodilla. Los pacientes no necesitarán ningún medicamento especial después del trasplante”, concluye el Dr. Saris.
El Centro para Medicina Regenerativa supervisará el banco de cartílago donado. Será un nuevo componente del banco óseo de Mayo Clinic, el cual funciona según los requisitos regulatorios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y provee injertos óseos para los pacientes.
Mayo realizará los primeros trasplantes de cartílago vivo bajo una revisión tanto institucional como de terceros independientes. Los médicos evaluarán los datos de los primeros pacientes para determinar la seguridad y la eficacia, así como para ver si el cartílago vivo debería recomendarse como el estándar de la atención médica en futuros trasplantes.
Los primeros trasplantes de cartílago vivo en Mayo Clinic posiblemente se lleven a cabo a fines del 2021. De tener éxito, Mayo terminaría ampliando la aplicación de los trasplantes de cartílago vivo para la reparación de lesiones en otras articulaciones, como la cadera, los tobillos, los hombros y los codos.