Un nuevo estudio se ha centrado en el colesterol para conocer qué rol juega en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y en la diabetes de tipo 2. Se encontró una pequeña molécula que podría ayudar a regular los niveles de colesterol en el cerebro, convirtiéndose en una posible nueva diana terapéutica para el Alzheimer.
El estudio, publicado en la revista especializada ACS Pharmacology and Translational Science, evidencia que cuando el colesterol aumenta, producto de la resistencia a la insulina o a otros factores, el organismo inicia un proceso conocido como “transporte inverso de colesterol”, durante el cual unas moléculas específicas transportan el exceso de colesterol al hígado para ser excretado.
El doctor Gregory Thatcher, uno de los autores del estudio, comentó que “el Alzheimer y la diabetes tienen muchas causas comunes, por lo que nuestro objetivo era desarrollar una forma de identificar compuestos que contrarrestaran muchos cambios perjudiciales que contribuyen tanto al Alzheimer como a la diabetes de tipo 2?.
Ambas enfermedades provocan una alteración del colesterol en el organismo. La diabetes tipo 2, al no eliminar la glucosa de manera eficaz en el torrente sanguíneo, puede incrementar los niveles de triglicéridos y colesterol «malo», afección denomina dislipidemia diabética. Por su parte, el Alzheimer provoca algo similar en el cerebro donde el colesterol actúa como un catalizador que desencadena la formación de los grupos tóxicos de la proteína beta amiloide.
“Aunque la mayoría de las personas conocen el llamado ‘colesterol bueno’ y el ‘colesterol malo’, asociados al riesgo de infarto e ictus, estos amplios conceptos también son aplicables a un cerebro sano. Trasladar el colesterol a donde se necesita en el cuerpo tiene efectos positivos en muchos procesos fisiológicos y puede ayudar a eliminar las proteínas mal plegadas que se acumulan en el cerebro”, puntualizó el investigador.
La molécula que encontraron en ambas enfermedades asociadas con el aumento de colesterol fue la apolipoproteína E (APOE), una proteína que participa en el transporte inverso del colesterol. Es reconocida como un gen con mayor factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer y la demencia, y también como un factor de riesgo independiente para la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
Según describen los autores del estudio, “el fracaso del enfoque centrado en LXR nos llevó a seguir una estrategia novedosa para descubrir inductores no lipogénicos del transportador de casetes de unión a ATP A1 (ABCA1) (NLAI): detección de la activación de ABCA1-luciferasa en células de astrocitoma y detección de contrarregulación por aumento de genes lipogénicos en células de hepatocarcinoma”.