Alta mortalidad y la posibilidad de enfrentar severa discapacidad física y mental. Así de peligrosos son los ataques cerebrovasculares (ACV), enfermedad catalogada como una emergencia médica que daña el cerebro y afecta el funcionamiento de todo el cuerpo.
Precisamente, durante abril se celebra el Mes del Cerebro, ocasión donde los especialistas destacan la importancia de una salud cerebral que ayude a prevenir estas patologías. “El ACV es una urgencia neurológica porque tiene riesgo de mortalidad y secuelas funcionales si no es tratado a tiempo. Por este motivo, los neurólogos insistimos tanto en que no se puede esperar en casa a que los síntomas se pasen solos”, advierte el Dr. Agustín Brante, médico coordinador del Grupo de Trabajo de Neurología Hospitalaria Cerebrovascular de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn).
Según el facultativo, identificar sus señales es clave, ya que hablamos de una enfermedad tiempo-dependiente donde el tratamiento rápido y adecuado es vital. “La razón de acudir en el menor tiempo posible, es tratar a la persona dentro de las primeras 4.5 horas desde el inicio de los síntomas. Después de esta ventana de tiempo, las posibilidades de realizar un tratamiento exitoso se reducen o son riesgosas para el paciente”, explica.
En ese sentido, el Dr. Brante señala que los principales indicios de un ACV son la presencia aguda de debilidad de un brazo o una pierna, alteración del lenguaje (hablar extraño o que no se entienda lo que se intenta decir), o caída de la mitad de la cara (parálisis facial). Si se detectan estos síntomas, “se debe consultar en un servicio de urgencia de manera inmediata”.
A pesar de sus claras señales y el fuerte impacto que genera, la mayoría de las personas en Chile no acuden a los servicios de salud cuando un ataque cerebrovascular se desencadena. Durante 2020, el miedo a contagiarse de coronavirus hizo disminuir las consultas de urgencia en buena parte de nuestro país, aun cuando estos recintos habilitaron sectores con protocolos especiales para la asistencia de emergencias no Covid.
La situación de estos días podría abrir un panorama similar ante una nueva ola de contagiados, por eso el llamado a los pacientes y sus familias es a trasladarse rápidamente al hospital o clínica más cercano para tratar la enfermedad, independiente de las cuarentenas o toques de queda.
“En efecto, se pesquisó una caída en la consulta neurológica de urgencia en 2020 a raíz de la pandemia, sin embargo, es importante concientizar a la población que el ACV no se queda en casa y se debe acudir inmediatamente a un servicio de urgencia si hay aparición de síntomas que nos hagan sospechar”, enfatiza el neurólogo de Sonepsyn.
Pacientes con mayor riesgo
El ACV agudo isquémico se muestra como la causa más frecuente de enfermedad cerebrovascular (se da en el 80% de los casos), transformándose en un problema de salud pública de gran relevancia. Este tipo de ACV se produce por un trombo que bloquea el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
“Es importante saber que quien tiene más riesgo de presentar un ataque cerebrovascular es la persona que presentó un ACV previo, por lo tanto, nuestros pacientes conocidos son los que mayor cuidado deben tener”, asegura el Dr. Agustín Brante. Sin embargo, y a nivel general, “las mujeres tienen un riesgo levemente mayor de sufrirlo respecto de los hombres, mientras las personas que son hipertensas son quienes mayor riesgo tienen de desarrollar un ACV respecto de otras condiciones médicas concomitantes”.
Por todas estas razones, el especialista destaca lo fundamental de los chequeos de salud de rutina, sobre todo en mayores de 40 años, con exámenes generales y control de la presión arterial.