El Covid-19 no afecta a todas las personas de la misma manera. Durante el año y medio de pandemia se sabe que esta enfermedad suele presentarse de forma grave en personas de mayor edad y con enfermedades preexistentes como la diabetes, obesidad e hipertensión, entre otras. Sin embargo, no hay información suficiente para prever quiénes presentarán cuadros graves.
Desde esta perspectiva, los estudios genómicos han cobrado relevancia para estudiar el Covid-19 y así conocer con mayor precisión los factores, genéticos en este caso, que influyen en la gravedad de esta infección.
Los investigadores Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y Aurora Pujol, jefa del Grupo de Enfermedades Metabólicas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, ambas instituciones españolas, identificaron factores moleculares que influyen en la respuesta que cada persona tendrá frente a la infección por SARS-CoV-2.
El estudio publicado en la revista científica The Lancet evaluó el potencial de la firma epigenética formada por el estado de metilación en 44 posiciones del genoma para predecir la gravedad de la enfermedad en personas infectadas por Covid-19.
Se analizaron cerca de 850.000 posiciones del genoma susceptibles de ser metiladas, para así identificar biomarcadores epigenéticos. Se utilizó la muestra de sangre de 407 personas que habían dado positivo al Covid-19 y que no pertenecían a ningún grupo de riesgo (menores de 61 años sin trastornos autoinmunes, enfermedades pulmonares o cardiovasculares, hipertensión, diabetes u obesidad).
Al comparar los perfiles epigenéticos de las personas asintomáticas, con síntomas leves y las que requirieron hospitalización y respiración asistida, se encontraron 44 posiciones de metilación del genoma asociadas a la gravedad clínica de COVID-19.
“Encontramos que existían variaciones epigenéticas en los interruptores químicos que regulan la actividad del ADN en los positivos por el virus que desarrollaban un COVID-19 grave”, indicó el Dr. Esteller. En 23 posiciones de metilaciones se encuentran localizadas cerca de 29 genes conocidos, entre ellos genes que intervienen en la respuesta al interferón, mecanismo implicado en la respuesta del sistema inmunitario a la exposición viral.
“Estas modificaciones suceden principalmente en genes asociados con una excesiva respuesta inflamatoria y en genes que reflejan una tendencia general a un peor estado de salud. Interesantemente, el 13% de la población mundial presenta esta firma epigenética (EPICOVID), por tanto, es la población de máximo riesgo y a la que hemos de cuidar especialmente”, afirma el investigador. La firma EPICOVID, como ha sido denominado el perfil epigenético, muestra una elevada precisión (un 83.5%) para predecir qué personas desarrollarán una forma grave de COVID-19.
La firma molecular epigenética podría tener importantes aplicaciones en el ámbito clínico. “Combinada con otros parámetros genéticos, celulares, serológicos y clínicos podría identificar pacientes que requieren de una monitorización precisa y tratamientos tempranos activos para prevenir la progresión de la enfermedad tanto como sea posible”, indicaron los autores en el trabajo.
“Con estas herramientas avanzadas de medicina personalizada, tanto del campo de la genómica como del epigenómica, es posible diseñar modelos predictivos que permitan detectar pacientes en riesgo de peor pronóstico y, por tanto, mejorar su tratamiento y evitar el colapso del sistema sanitario”, apunta Aurora Pujol.
Considerando la producción de vacunas y que estas no están llegando a toda la población mundial, esta investigación podría aportar para definir quienes deberían ser priorización en los programas de inoculación contra el Covid-19.