El COVID-19 podría pasar a los pulmones de las personas a través de la saliva, ya que el virus pasa directamente de la boca al torrente sanguíneo, sobre todo si las personas padecen enfermedades de las encías, según una nueva investigación publicada por un equipo internacional en el ‘Journal of Oral Medicine and Dental Research’.
Las pruebas demuestran que los vasos sanguíneos de los pulmones, más que las vías respiratorias, se ven afectados inicialmente en la enfermedad pulmonar por COVID-19, y que las altas concentraciones del virus en la saliva y la periodontitis se asocian a un mayor riesgo de muerte.
Los investigadores proponen que la acumulación de placa dental y la inflamación periodontal intensifican aún más la probabilidad de que el virus SARS-CoV-2 llegue a los pulmones y provoque casos más graves de la infección.
Los expertos afirman que este descubrimiento podría convertir la atención bucodental en una acción potencialmente salvadora, y recomiendan a la población que adopte medidas diarias sencillas, pero eficaces, para mantener la higiene bucal y reducir los factores que contribuyen a la enfermedad de las encías, como la acumulación de placa.
Un equipo internacional de investigadores del Reino Unido, Sudáfrica y Estados Unidos señalan la aparición de pruebas de que los ingredientes específicos de algunos productos de enjuague bucal baratos y ampliamente disponibles son muy eficaces para inactivar el virus SARS-CoV-2.
Unas sencillas medidas de higiene bucal, incluido el uso de estos productos específicos de enjuague bucal, podrían ayudar a reducir el riesgo de transmisión del virus de la boca a los pulmones en las personas con COVID-19, y ayudar a prevenir casos graves de la infección.
Las observaciones iniciales de las tomografías computarizadas de los pulmones de los pacientes que padecen COVID-19 realizadas por el doctor Graham Lloyd-Jones, radiólogo, dieron lugar a una colaboración entre investigadores médicos y dentales sobre la posible vía de entrada en el torrente sanguíneo.
El coautor Iain Chapple, catedrático de periodoncia de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, explica que «este modelo puede ayudar a entender por qué algunos individuos desarrollan la enfermedad pulmonar por COVID-19 y otros no. También podría cambiar la forma de tratar el virus, explorando tratamientos baratos o incluso gratuitos dirigidos a la boca y, en última instancia, salvando vidas».
Según apunta, «la enfermedad de las encías hace que éstas sean más permeables, permitiendo que los microorganismos entren en la sangre. Medidas sencillas como el cepillado cuidadoso de los dientes y el cepillado interdental para reducir la acumulación de placa, junto con enjuagues bucales específicos, o incluso el enjuague con agua salada para reducir la inflamación gingival, podrían ayudar a disminuir la concentración del virus en la saliva y ayudar a mitigar el desarrollo de la enfermedad pulmonar y reducir el riesgo de deterioro a COVID-19 grave».
El equipo de investigación está formado por expertos del Hospital de Distrito de Salisbury (Reino Unido), la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y el Instituto de Investigación Boca-Cuerpo de Los Ángeles (California) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Su nuevo modelo se basa en que la boca es un caldo de cultivo para que el virus prospere, ya que cualquier fallo en las defensas inmunitarias orales facilita la entrada del virus en el torrente sanguíneo. Desde los vasos sanguíneos de las encías, el virus pasaría por las venas del cuello y el pecho, llegando al corazón antes de ser bombeado a las arterias pulmonares y a los pequeños vasos de la base y la periferia del pulmón.
«Se necesitan urgentemente estudios para seguir investigando este nuevo modelo, pero mientras tanto la higiene bucal diaria y el control de la placa no sólo mejorarán la salud y el bienestar bucal, sino que también podrían salvar vidas en el contexto de la pandemia», añade el profesor Chapple.