Las conexiones ininterrumpidas por videollamada afectan la concentración y estrés cerebral

La pandemia por Covid-19 obligó a que los gobiernos tomaran medidas como el confinamiento para evitar la propagación del virus. Esto llevó a gran parte de la población a seguir con sus estudios y trabajos, incluso sus relaciones de amistad y familiares a través de una pantalla.

La vida de los Super Sónicos llegó en 2020 y tiene aparejado un sinfín de problemas físicos, mentales y emocionales. Por ello, Microsoft evaluó el impacto que tienen el uso de plataformas como zoom, Google Meet o Teams (sistemas de video llamadas) en la salud cerebral.

Los resultados no son sorprendentes del todo, pero afirman un percepción generalizada de que estas plataformas generan estrés y agotamiento mental. Otros estudios en la misma línea han asociado un mayor cansancio y hastío con las reiteradas reuniones telemáticas, llamada “fatiga zoom”, al ser esta plataforma una de las más utilizadas.

Actividad cerebral durante las videollamadas

Para su estudio, la compañía tecnológica lo colocó a 14 personas un gorro de electroencefalograma para monitorizar su actividad cerebral durante esas reuniones telemáticas. Cada participante asistió a ocho videollamadas de media hora divididas en cuatro reuniones por día. Un día contó con descansos de 10 minutos entre ellos y el segundo día todas las reuniones continuas.

Con esta modalidad, se evidenció que las personas experimentaron niveles más altos de ondas beta, que están asociadas con el estrés, la ansiedad y la concentración al estar de forma continua conectada a la aplicación, mientras que las reuniones con intervalos de descanso permitieron que el cerebro se “reinicie”, evitando que el estrés se acumule.

Además, destacaron los autores, las reuniones consecutivas disminuyen la capacidad de concentración y participación, puesto que, en comparación con las jornadas con descanso, los patrones de ondas cerebrales mostraron niveles positivos de asimetría alfa frontal, lo que se correlaciona con un mayor compromiso durante la reunión.

El saber que terminando una reunión debes comenzar una nueva, afecta la disposición de los participantes. «Estás llegando al final de la reunión, sabiendo que tienes otra próxima y vas a tener que cambiar de marcha y usar tu cerebro para pensar mucho en otra cosa», dice Michael Bohan, director senior del grupo de Ingeniería de Factores Humanos de Microsoft

Por último, se valuó el nivel de compromiso y distracción de los participantes en las videollamadas estudiando un patrón de ondas cerebrales conocido como asimetría alfa frontal que consiste en la diferencia entre la actividad de las ondas alfa de derecha e izquierda en el área frontal del cerebro.

Si bien este estudio tiene una muestra muy pequeña y las lecturas de EEG no son la medida más exacta del estrés, los resultados coinciden con los de otros estudios donde se ha determinado cómo la conexión prolongada a las pantallas afecta la salud mental de las personas.

Recomendaciones para evitar la “fatiga zoom”

Especialistas recomiendan destinar tiempos de descanso tanto de las reuniones como de las pantallas, para así salvaguardar la salud mental y visual, aunque sea dedicar unos cinco minutos de desconexión. Sumar ejercicios de respiración, estiramientos físicos, caminar y beber agua ayudan a relajar el cuerpo y la mente para retomar la actividad de forma relajada.

Evite realizar multitareas que lo desconcentre de su trabajo principal. Antes de ingresar a una video llamada, cierre ventanas y archivos y silencie su teléfono para evitar distracciones.

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