Los jefes de los principales organismos mundiales de financiación, salud y comercio se han unido para exhortar a los mandatarios de los gobiernos a financiar urgentemente una nueva hoja de ruta de US$ 50 000 millones para acelerar la distribución equitativa de instrumentos de salud. La razón de esto es poner fin a la pandemia que ha devastado vidas y medios de subsistencia durante los últimos 18 meses y también para sentar las bases de una verdadera recuperación mundial y la mejora de la seguridad sanitaria.
En una declaración publicada por periódicos de todo el mundo, los líderes del Fondo Monetario Internacional, el Grupo Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Comercio (Kristalina Georgieva, David Malpass, Tedros Adhanom Ghebreyesus y Ngozi Okonjo-Iweala) manifestaron que los gobiernos deben actuar sin más demora o se arriesgan a olas continuas y brotes explosivos de COVID-19, además de variantes del virus más transmisibles y mortales que pueden socavar la recuperación mundial.
Los líderes de los cuatro organismos declararon “a estas alturas ha quedado muy claro que no habrá una recuperación generalizada si no se pone fin a la crisis sanitaria. El acceso a la vacunación es clave para ambas cosas”.
Para la declaración conjunta se partió de un reciente análisis realizado por personal técnico del FMI, en el que se afirma que se necesitan US$ 50 000 millones en nuevas inversiones para aumentar la capacidad de fabricación, la oferta, los flujos comerciales y la ejecución, que acelerarían la distribución equitativa de pruebas diagnósticas, oxígeno, tratamientos, suministros médicos y vacunas. Esa inyección también daría un gran impulso al crecimiento económico en todo el mundo.
“Con un costo estimado de US$ 50 000 millones, el plan permitirá poner fin a la pandemia más rápidamente en los países en desarrollo, reducir las infecciones y la pérdida de vidas, acelerar la recuperación económica y generar unos US$ 9 billones de producción mundial adicional para 2025”, afirmaron los líderes.
La declaración se hace eco de sendos análisis económicos de la Cámara de Comercio Internacional y del Eurasia Group, en los que se presentan argumentos a favor de una inversión relativamente modesta por parte de los gobiernos en comparación con los billones gastados en planes nacionales de estímulo y los perdidos en producción económica que no se ha materializado. Con todo, lo más importante de esta inversión es que efectivamente estimule la vacunación mundial y cierre la brecha de equidad.
“Aumentar nuestra ambición y vacunar a más personas con mayor rapidez: la OMS y sus asociados de COVAX han establecido el objetivo de vacunar a aproximadamente el 30% de la población en todos los países para finales de 2021”, afirmaron. “Pero se puede llegar incluso al 40% a través de otros acuerdos y el aumento de la inversión, y al menos al 60% para el primer semestre de 2022”.
Se insta a los gobiernos a que actúen sobre la oportunidad de inversión para aumentar los suministros de vacunas, oxígeno, pruebas y tratamientos. Los líderes del FMI, el Grupo Banco Mundial, la OMS y la OMC emitieron su declaración conjunta cuando concluía la Asamblea Mundial de la Salud y estaba a punto de comenzar una ronda de reuniones del G7, empezando por una reunión de Ministros de Finanzas a finales de esta semana, y después de una Cumbre Mundial sobre la Salud organizada conjuntamente por la UE e Italia, que actualmente preside el G20.