Cada 30 segundos muere una persona en el mundo por Hepatitis

La hepatitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación del hígado, producida fundamentalmente por los virus A, B, C, D y E; y que puede tener serias consecuencias en la salud de las personas a largo plazo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos muere una persona en el mundo por síntomas relacionados con las hepatitis víricas, incluso durante la actual pandemia por COVID-19, y además cada año provoca cerca de un 1 millón 400 mil muertes.

El doctor Juan Pablo Arancibia, gastroenterólogo y hepatólogo de Clínica Santa María explica: “Algunas veces se presenta sin síntomas y puede convertirse en una patología crónica que con los años evoluciona hasta dañar de manera grave el hígado, ocasionando fibrosis, cirrosis o, incluso, cáncer”.

Los tipos A y E se transmiten principalmente a través del agua contaminada, mientras que la B, C y D, a través de la sangre y fluidos corporales. Es importante saber también que el virus de la hepatitis C tiene una mayor prevalencia en pacientes que consumen drogas intravenosas.

¿Cómo evitar contraer el virus de la hepatitis?

El especialista de Clínica Santa María destaca que todas las personas están expuestas a los virus que provocan hepatitis y por ello, es relevante reforzar de manera permanente los hábitos de higiene que son la forma de prevención más efectiva, como el frecuente lavado de manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de comer, consumir solo agua potable, cocinar bien los alimentos y evitar la carne y los mariscos crudos. Junto con ello, también aconseja lavar las frutas y verduras con agua limpia, y usar las vacunas disponibles contra el virus de la hepatitis A y B.

Al igual que la mayoría de las enfermedades, es muy importante la detección precoz para tratarla a tiempo y evitar complicaciones. La  recomendación es estar alerta ante la presencia de alguno de sus síntomas característicos y consultar con un especialista ante: fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal, erupciones cutáneas, pérdida de apetito e ictericia (color amarillento de la piel).

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