Cómo la pandemia obligó a la red pública de salud a montar su propio delivery

Cuando llegó la pandemia, en los Cesfam de la municipalidad de Ñuñoa, fue la química farmacéutica Valesca Medina la llamada a hacerse cargo del despacho de medicamentos a personas de riesgo y adultos mayores. Encargada del área de farmacias, su labor siempre tuvo que ver con la gestión presencial, más allá de uno que otro medicamento puntual que mandaban a hogares con pacientes postrados. Sin embargo, la crisis sanitaria la obligó a liderar la tarea de administrar la logística de dos consultorios, tal como si de un gran ecommerce se tratase.

“Durante cinco meses asumimos de manera administrativa la tarea de enviar los medicamentos directamente a los hogares, pero se convirtió en una misión casi imposible ya que había que cumplir con las otras tareas de Farmacia. Ahí fue cuando detectamos que debíamos usar alguna plataforma tecnológica para hacer los envíos”, recuerda Valesca.

Admitiendo que esa logística es un problema general de los Cesfam, en Ñuñoa Valesca se encargó de la logística de los centros Rosita Renard y Salvador Bustos, y que le significó a la municipalidad contratar una flota externa de vehículos para solventar un flujo de entre 1.000 y 1.500 medicamentos despachados por semana.

“Nosotros tenemos la particularidad que las entregas debemos hacerlas directamente en las manos de los pacientes. Pero para llegar a ese punto había de todo: direcciones erradas, personas que se cambiaban de comuna y pacientes que según las circunstancias estaban en una u otra casa. Eso hacía muy difícil el ruteo de forma manual”, cuenta Valesca.

Así es como el equipo de salud contactó a la plataforma chilena de logística inteligente SimpliRoute, que comprometió su software para simplificar sus despachos.

“Para nosotros es súper relevante aportar en este tipo de iniciativas, porque ayuda a cambiar el enfoque. La mayoría entiende la logística únicamente a retail y vender productos con una meta comercial, pero su importancia es tan grande que las plataformas podrían ser clave incluso para que una red de salud se asegure de que ninguna persona de tercera edad o grupo de riesgo se atrase en sus medicamentos”, destaca Álvaro Echeverría, CEO de SimpliRoute.

Sin tener expertos en logística, los dos Cesfam de Ñuñoa ya operan hace 8 meses con el software, que integra inteligencia artificial basada en machine learning para optimizar el uso de las flota que entrega medicamentos a los ciudadanos.

“No teníamos experiencia en logística pero mis colegas de la salud, administrativos y trabajadores de farmacia, tuvimos que adaptarnos. El desafío es grande para los Cesfam, porque muy probablemente esta necesidad urgente de enviar los medicamentos al hogar se termine quedando más allá de la pandemia”, señaló Medina.

 

 

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