Esquizofrenia: el 1% de la población chilena padece de esta enfermedad

Según los últimos datos relevados por la Organización Mundial de la Salud, la esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo, mientras que en Chile se estima que el 1% de la población padece esta condición.

La esquizofrenia es un padecimiento mental que se manifiesta por múltiples signos y síntomas que involucran el pensamiento, las emociones, la percepción, el movimiento y la conducta. Según sostiene la Dra. Paula Barreyro, directora Médica de Janssen Latinoamérica Sur, “las personas con esquizofrenia suelen ser estigmatizadas”

“Si bien no hay cura para la enfermedad, los pacientes con esquizofrenia pueden vivir vidas significativas y más independientes con un abordaje de tratamiento integral y adecuado que debe incluir tanto la farmacoterapia como la y psicoterapia. Es decir, deben contar con una atención integral e integrada y apoyo social”, comenta la experta.

Actualmente, existen tratamientos antipsicóticos de acción prolongada que demuestran que el 93% de los pacientes no experimentan un retorno significativo de los síntomas de esquizofrenia. Con una administración mensual o cada tres meses, los pacientes logran mejorar significativamente la adherencia al tratamiento, permitiendo que puedan enfocarse más en los otros aspectos de su plan de tratamiento.

A causa de la desinformación sobre esta condición, existen muchos mitos, prejuicios y etiquetas para hablar de las personas que tienen esquizofrenia. Todos los días es fundamental reforzar sobre la eliminación de etiquetas y acompañar a familiares y personas con esquizofrenia. El foco y la misión de la sociedad tiene que estar en quitar el estigma que acarrea la enfermedad para así permitir que las personas con esquizofrenia y sus familiares puedan alcanzar vidas más plenas.

Hoy en día no existen estudios clínicos para diagnosticar trastornos psiquiátricos tales como la esquizofrenia. Los diagnósticos se realizan después de una entrevista a fondo con la persona y sus familiares, conducida por un psiquiatra y mediante un examen físico.

A pesar de ello, entre los síntomas están los llamados “síntomas positivos” como alucinaciones, delirios, pensamientos desordenados y agitación. Los “síntomas negativos” son la falta de motivación, retraimiento social, apatía, insensibilidad emocional. Entre los síntomas cognitivos están los inconvenientes en el aprendizaje, falta de memoria y/o atención, problemas en el lenguaje.

 

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