Que los sistemas público y privado tengan la misma calidad, que el acceso a la salud sea igual para todos, sin importar la condición económica y que enfermar no signifique un perjuicio económico son los requisitos básicos para un sistema de salud digno, según la Encuesta Nacional de Salud de la Universidad Andrés Bello (Unab) 2021.
El instrumento, que desde 2010 mide la percepción y experiencia de los usuarios en el sistema de salud nacional, indica que las personas evaluaron con un 3,8 al sistema de salud en general y con un 4,2 según la experiencia de los usuarios, existiendo diferencias entre los usuarios de Fonasa y de Isapre. Por ejemplo, para las personas afiliadas a Fonasa califican al sistema de salud con un 3,7 y las personas afiliadas a Isapre con un 4,0.
Cabe destacar que la evaluación general en los últimos 11 años se ha mantenido bajo la nota 4, llegando a la nota máxima de 3,9 en 2014, 2017 y 2018, antes de pandemia por Covid-19. Y la nota mínima se registró en 2015 y 2016 con un 3,5.
Respecto a los índices generales se recuperaron de las bajas que sufrieron el 2020 tras el inicio de la pandemia. Sin embargo, el alza del índice de calidad (25 puntos) no alcanza para retomar los niveles prepandemia, por lo que se mantiene el deterioro de la percepción general del sistema de salud.
En esta línea, la experiencia de calidad alcanza 32 puntos y la percepción de calidad un 21 para los usuarios de Fonasa, mientras que en los afiliados a Isapre alcanza 51 y 37 puntos respectivamente.
Por otro lado, el ítem de percepción de dignidad, incorporado este año, manifiesta grandes diferencias para quienes se atienden en el sistema público. Tener un servicio público y privado de la misma calidad y contar con acceso a la salud igual para todos, sin importar la condición socioeconómica, son los dos atributos más relevantes para tener un sistema de salud digno.
Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Unab, encargados de realizar la encuesta, afirma que “son condiciones que un sistema de salud desarrollado puede otorgar bajo diferentes formas de organización: con mayor o menor Estado, y con mayor o menor sector privado”. Y añade que lo esencial que apuntan los encuestados es a conseguir “servicios oportunos de calidad y con igualdad de acceso, sin importar el nivel socioeconómico, y esto es lo que las autoridades políticas y los constituyentes deben considerar a la hora de discutir sobre los temas de salud”.
Gastos en salud
El 57% de los encuestados sostiene que en la actualidad el gasto en salud ha aumentado y el 62% cree que este seguirá aumentando en el futuro. Si se desglosa en rango etario, las personas entre 40 y 60 años son quienes más han percibido este aumento, mientras que, por segmento económico, la clase ABC1 son quienes han manifestado que han visto incrementado su gasto en salud (64%), por los del grupo C3 creen que su gasto aumentará (69%).
Respecto a la cobertura del plan de salud, el 63% cree que no está protegido con su actual plan, versus el 18% que cree estar bien protegido. Al fragmentar entre los planes público y privado, el 70% de las personas que están en Fonasa cree no tener una protección financiera de su salud, a diferencia del 43% de las personas que están en Isapre.
Una salud digna
Este año se integró en la encuesta los criterios que tienen las personas respecto a una salud digna. En primer lugar (18%) cree que el servicio público y privado deben tener la misma calidad, mientras que en segundo lugar (17%) se posiciona el acceso igualitario a la salud y en tercer lugar (16%) cree importante que las personas estén tranquilas económicamente en caso de enfermar.
Para las personas adscritas al sistema de Isapre, su principal preocupación es la tranquilidad económica en caso de enfermar (22%), seguido por un servicio público y privado igual (19%) y de acceso igual para todos (18%).
Para los afiliados a Fonasa, la principal preocupación son un servicio público y privado igual y acceso igual a la salud (cada uno con un 17%) y la eliminación de las listas de espera y acceso oportuno (15%).
Respecto a la evaluación de atributos del sistema en general, el 44% de las personas cree que es importante que el personal médico trate con respeto a todas las personas, un 43% considera que el sistema de salud público y privado tengan la misma calidad y un 39% cree que todos deben tener igual acceso a la salud y tranquilidad económica a la hora de sufrir una enfermedad.
Al consultarles a las personas por el índice de dignidad del sistema de salud en Chile, en general lo evalúan con 46 puntos. Quienes peor lo evalúan son las personas en el rango etario de 18 a 40 años con 39 puntos, mientras que las personas entre 41 y 60 años lo evalúan con 50 puntos y las personas mayores de 61 años con 52 puntos.