El cambio climático impacta de forma radical en la vida como la conocemos, por ello, la preocupación por la salud de las personas está ligado a las consecuencias que este cambio puede traer para la salud pública.
En virtud de ello, más de 200 revistas de salud de todo el mundo se han unido para publicar simultáneamente una editorial en que se pide a los líderes mundiales que tomen medidas de emergencia para limitar el aumento de la temperatura global, detener la destrucción de la naturaleza y proteger la salud.
En la editorial participan las principales revistas científicas como British Medical Journal, The Lancet, New England Journal of Medicine, África Oriental Medical Journal, Boletín de Ciencias de China, Nacional Medical Journal de la India o Medical Journal de Australia, así como 50 revistas especializadas de BMJ, incluidas BMJ Global Health o Thorax.
«Como profesionales de la salud, debemos hacer todo lo posible para ayudar en la transición a un mundo sostenible, más justo, resistente y más saludable», expresan los especialistas, aludiendo que si bien, los objetivos recientes para reducir las emisiones y conservar la biodiversidad son bienvenidos, no son suficientes y aún deben coincidir con planes creíbles a corto y largo plazo.
La unión de 200 títulos globales representa la gravedad de la emergencia del cambio climático a la que se enfrenta el mundo. La editorial se publicará días antes de la Asamblea General de la ONU, que se realizará el 14 de septiembre.
Según los representantes de esta histórica editorial, este es un momento crucial para instar a todos los países a entregar planes climáticos mejorados y ambiciosos para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, el tratado internacional sobre cambio climático adoptado por 195 países en 2015.
Cambio climático y salud
Durante décadas, los profesionales de la salud y las revistas de salud han estado advirtiendo sobre los severos y crecientes impactos en la salud del cambio climático y la destrucción de la naturaleza. El impacto en la salud y la supervivencia de las temperaturas extremas, los fenómenos meteorológicos destructivos y la degradación generalizada de los ecosistemas esenciales son solo algunos de los impactos que el mundo está viendo debido al cambio climático.
Esta situación afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables, incluidos los niños y los ancianos, las minorías étnicas, las comunidades más pobres y las personas con problemas de salud subyacentes. En julio, el informe ‘Puntuación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) saludables’, de la Alianza Global por el Clima y la Salud, advirtió que, los gobiernos aún no están haciendo lo suficiente para incorporar la salud en sus compromisos climáticos, además de revelar brechas al respecto entre los países.
Con estas evidencias, la editorial insta a los gobiernos a intervenir para transformar sociedades y economías, apoyando el rediseño de los sistemas de transporte, las ciudades, la producción y distribución de alimentos, los mercados para inversiones financieras y los sistemas de salud, entre otros asuntos.
Están conscientes de que se necesitará una inversión sustancial, “pero esto tendrá enormes beneficios económicos y de salud, incluidos trabajos de alta calidad, reducción de la contaminación del aire, aumento de la actividad física y mejora de la vivienda y la dieta”, explican los autores.
«Nosotros, como editores de revistas de salud, hacemos un llamado a los gobiernos y otros líderes para que actúen, marcando el 2021 como el año en que el mundo finalmente cambió de rumbo», expresan.
Fundamentalmente, los autores sostienen que “la cooperación depende de que las naciones ricas hagan más”. En particular, “los países que han creado de manera desproporcionada la crisis ambiental deben hacer más para ayudar a los países de ingresos bajos y medianos a construir sociedades más limpias, más saludables y más resilientes”.
