Diversos gremios se han manifestado respecto a la reforma al Código Sanitario presentado por el Ministerio de Salud, acusando que este proyecto de ley entregado por el Gobierno les quita mucha de sus funciones o en otros casos ni siquiera son parte.

A raíz de ello, trabajadores y funcionarios de la salud anunciaron que se movilizarán esta semana en el frontis del Ministerio de Salud, hospitales y en las calles, en busca de mejoras laborales y que sus demandas sobre el Código Sanitario sean escuchadas.

A fines de agosto, el Colegio Médico se reunión junto a 14 colegios de salud para dialogar y tomar acciones respecto a la reforma que el Minsal ingresó a la Cámara de Diputados. Los gremios emitieron una declaración y solicitaron al ejecutivo retirar las indicaciones al Código Sanitario y retomar el trabajo con las organizaciones para modificar el texto.

En tanto, la Comisión de Salud de la Cámara Baja se ha reunido con representantes de la salud para conocer las objeciones que tienen ante el proyecto antes de votarla en sala. «Es un proyecto de ley que no tiene ninguna aceptación en el mundo de la salud, de los trabajadores de la salud. Es una redacción que genera la superposición de funciones, que restringe algunas funciones que históricamente han realizado enfermería y matronas», puntualizó el diputado RD Miguel Crispi, presidente de la Comisión de Salud en la Cámara.

Reacción de colegios médicos

El primer gremio en alzar la voz fue el Colegio de Matronas y Matrones de Chile, declarándose en “Alerta Máxima” tras el envío de un proyecto de ley por parte del Gobierno, acusando que el proyecto de ley no “considera el trabajo previo realizado durante 4 años por el Colegio de la Orden”, además de que “se corre el serio riesgo de generar un deterioro a la salud de las mujeres, contraviniendo los tratados y convenciones internacionales ratificados por el Estado de Chile en materia de Género y Derechos Humanos, y llevando a la matronería a una precariedad profesional que no se había visto en décadas”.

Por su parte, desde el Colegio de Tecnólogos Médicos recalcan que “la reforma estaría dejando fuera las cinco menciones que tiene la profesión de tecnólogo médico. Tenemos laboratorio clínico, hematología y banco de sangre, la de morfofisiopatología y citodiagnóstico, la de radiología y física médica, la de oftalmología y la de otorrinolaringología, y ninguna de estas irían nombradas en el Código Sanitario”, explicó la presidenta del Colegio de Tecnólogos Médicos, Edith Valenzuela.

El Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile también se ha mostrado crítico a esta reforma y advierten que “las restricciones que se pretenden imponer por vía reglamentaria en temas tales como dispositivos médicos, prescripción, órdenes de exámenes obstaculizan la labor del cirujano dentista y sus diferentes especialidades, así como pone en riesgo la salud de la población, generando un aumento de trámites burocráticos o políticos que afectarían las prestaciones en salud”.

Desde el Colegio Técnico de Enfermería de Chile afirman que “»Estamos haciendo observaciones al proyecto que envió el Gobierno y no nos cabe duda de que vamos a ingresar al Código, pero que será lo más difícil después: nuestro rol y las funciones que vamos a hacer como TENS», afirmó Mireya Sanhueza, presidenta del Colegio

En esta línea, la profesional afirmó que «en el caso de accidente, el Código Sanitario dice que solamente lo tendrán que atender los profesionales, y yo como TENS no voy a poder hacer nada… Es un proyecto de ley que va a quedar para 100 años más, porque el Código (actual) tiene casi 100 años».

Por último, desde el Colegio de Kinesiólogos, Eduardo Tognarelli, Presidente Subrogante, argumenta que “no cabe duda que hay profesiones que realizan acciones de salud como, por ejemplo, la quiropraxia, vinculada generalmente a patologías dolorosas de la columna vertebral u otra articulación, pero a nosotros nos parece que antes de incorporarlos en el Código Sanitario en los mismos términos que las profesiones clásicas y que tienen una larga historia al servicio del país y han demostrado gran impacto sanitario en la salud pública, ellos tienen que pasar por un proceso de normalización”.