Se trata del trastorno afectivo estacional (TAE), el cual es un tipo de depresión asociada a los cambios de estación. Estos cuadros pueden comenzar en otoño y continuar en invierno, o pueden suceder durante la temporada primavera-verano.
“Este fenómeno ocurre porque cambia la cantidad de luz, lo cual se relaciona con la hormona melatonina y los ritmos biológicos del cuerpo. En las estaciones más frías disminuye la claridad, por lo que las personas se deprimen. O, en caso contrario, cuando aumenta la luz, se pueden destapar algunas manías del trastorno afectivo bipolar y algunas depresiones”, explica el Dr. Juan Ariel Zúñiga, psiquiatra de Vidaintegra.
En general, los síntomas pueden incluir: sentirse desesperanzado, deprimido o de mal humor gran parte del día, tener poca energía, sufrir por el peso corporal, presentar dificultades con el sueño y desconcentración, o tener pensamientos de muerte o suicidio.
No obstante, los signos específicos del trastorno afectivo estacional de invierno se diferencian de aquel correspondiente a la primavera. El primero ocasiona aumento de peso y exceso de sueño. En cambio, el segundo, provoca insomnio, falta de apetito, posible adelgazamiento, nerviosismo y mucha ansiedad.
¿Cómo reconocer un cuadro de TAE?
Es normal que el reloj biológico se vea afectado por los cambios de luz y surjan diferentes emociones como tristeza o alegría. Sin embargo, cuando comienza a afectar de manera física y psicológica en la vida cotidiana, por más de 2 semanas, y las personas son capaces de reconocer que es debido a los cambios estacionales, podría tratarse de un trastorno afectivo estacional.
Por esta razón, el Dr. Zúñiga recomienda visitar a un médico especialista para que evalúe la situación del paciente y pueda diagnosticar de manera oportuna. Dentro de los tratamientos, se encuentran principalmente la farmacoterapia y la fototerapia o terapia de luz.
Es muy importante tomar medidas al respecto y buscar ayuda profesional, ya que si estos casos no son tratados, los cuadros pueden empeorar e incluso tener consecuencias fatales.