Desde el 2010 la Federación Mundial de Terapia Ocupacional (WFOT sigla en inglés) conmemora el Día Mundial de Terapia Ocupacional, con el objetivo de visibilizar el trabajo y desarrollo de esta profesión, así como la de generar y difundir actividades locales, nacionales e internacionales.
En 1959 la Federación Mundial fue admitida oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en 1963 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La WFOT es el organismo de terapia ocupacional que establece el estándar internacional para mejorar su práctica, su reconocimiento y comprensión en el contexto más amplio de la salud. Es una red global de 105 organizaciones miembros, que representan a 600.000 terapeutas ocupacionales alrededor del mundo.
Este año, la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales impulsa esta campaña bajo el llamado “Participa, sé tú”, en inglés “Belong. Be you”; enfocando la convocatoria a la diversidad y la inclusión. Según expresa Paula Torrico, directora de la carrera de Terapia Ocupacional UC, con esta iniciativa se busca “promover el valor de la diversidad y la inclusión para construir comunidad y resiliencia. Desde ahí el propósito en Chile de establecer un estándar de excelencia para la práctica de la disciplina, promoviendo la educación y la investigación”.
La Federación Mundial define la Terapia Ocupacional como la profesión que promueve la salud y el bienestar a través de la ocupación. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria. La “ocupación” es definida como las actividades que la persona realiza a lo largo del día, las cuales están relacionadas con los roles y con los contextos físicos, sociales y culturales.
“La terapia ocupacional implementa intervenciones tempranas y no farmacológicas para reducir las secuelas ocasionadas por distintas enfermedades o accidentes, en equipos multi e ineterdisciplinarios; contribuyendo a que los pacientes recuperen la autonomía para desempeñarse en la vida diaria, más allá del retorno laboral”, destaca Torrico.
En esta línea, la pandemia ha brindado nuevos aprendizajes y desafíos. “Hoy tenemos como disciplina un código Fonasa que nos permite dar seguimiento a los pacientes desde su hogar, a través de la atención remota o telesalud, para lograr independencia funcional y mejorar la autonomía en su vida cotidiana, además de empoderar a familiares cuidadores como agentes activos de su rehabilitación”, resalta la académica UC. El terapeuta ocupacional se posicionó virtualmente en los hogares y empoderó a familiares y cuidadores, desafiando el ingenio para rehabilitar conjuntamente con ayuda de recursos domésticos del hogar.
Del mismo modo, “abrazamos nuevos retos para intervenir en espacios laborales y educacionales. La terapia ocupacional permite reducir los límites del entorno físico y adecuar los espacios y las comunidades a las condiciones y capacidades de toda persona. Sin duda, la autonomía es una herramienta invisible cuando enfrentamos situaciones adversas y solo se valora cuando vivimos en primera persona o a través de algún ser querido, algún tipo de discapacidad transitoria o permanente”.
Precisamente esta anhelada “autonomía” en algo tan natural como vestirse, comer o moverse, es la gran meta que plantea la terapia ocupacional para cada persona, sin importar su edad o condición. El objetivo se orienta a lograr el máximo del desarrollo a nivel motor, sensorial y cognitivo, lo que le permitirá que de acuerdo con su etapa de vida se logre desempeñar adecuadamente en sus entornos, adaptarse a cada actividad con mayor independencia, en algunas oportunidades utilizando el medio y en otras complementando su funcionalidad con ayudas técnicas o asistivas.