Terapia celular: un nuevo proceso de rehabilitación tras un ataque cerebrovascular

De acuerdo con datos entregados en 2020 por la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn), los ataques cerebrovasculares (ACV) son la primera causa de discapacidad adquirida en Chile, siendo solo uno, de cada 4 sobrevivientes, capaz de retomar su vida previa.

Esto se debe a que en un ACV el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, lo que impide que este tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes, provocando en minutos la muerte de células cerebrales.

La mayoría de los tratamientos aprobados actualmente para el ataque cerebrovascular deben ser utilizados inmediatamente después del accidente, es decir, en un rango muy limitado de horas, lo que limita gravemente el número de pacientes que pueden ser tratados de manera exitosa.

Frente a ello, la terapia con células madre ha surgido en los últimos años como una estrategia prometedora para mejorar la recuperación después de un accidente cerebrovascular.

“Una variedad de células como las células hematopoyéticas de médula ósea y de sangre de cordón umbilical, además de células madre mesenquimales obtenidas de diferentes tejidos, han sido estudiadas como posibles terapias. Los estudios en animales, realizados hace más de 2 décadas, indicaron que estas células madre podrían mejorar los déficits neurológicos que siguen al accidente cerebrovascular y actualmente, los ensayos clínicos realizados en humanos han mostrados resultados favorables”, explicó el director técnico de Vidacel, José Parraguez.

Según explicó el especialista, estos resultados sugieren que el tratamiento con células madre reduce la inflamación, aumenta la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos nuevos), disminuye la fibrosis y promueve la reparación del tejido cerebral.

“El tipo de célula a usar, las rutas y vías de trasplante, las dosis de células y qué tipo de pacientes pueden ser tratados, son preguntas que se están evaluando en ensayos clínicos que se encuentran en desarrollo, por lo que hay que estar atento a los futuros resultados”, concluyó el PhD en ciencias.

Compartir este artículo

Artículos relacionados