Un nuevo tratamiento puede curar más rápido el cáncer de garganta asociado al VPH

Investigadores de la Clínica Mayo (Rochester, Minnesota) han desarrollado un nuevo tratamiento que puede actuar sobre el cáncer de garganta asociado al VPH con menos efectos secundarios para el paciente.

Los resultados del nuevo estudio fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica (ASTRO). El nuevo tratamiento, que implica una cirugía mínimamente invasiva y la mitad de la dosis estándar de radioterapia, tiene una duración de dos semanas en lugar de las seis habituales.

Clínica Mayo, basándose en los resultados, ha adoptado el tratamiento más corto como norma de atención para determinados pacientes. “Nuestros resultados sugieren que, en determinados pacientes con cáncer de garganta asociado al VPH, un tratamiento más corto, en comparación con el estándar de atención, produce un resultado similar”, subraya en un comunicado el autor del estudio y oncólogo radioterápico, el Dr. Daniel Ma.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., se calcula que cada año se diagnostican 3.500 nuevos casos de cáncer orofaríngeo asociado al VPH en mujeres. Y, aproximadamente, 16.200 en hombres.

Aunque el tratamiento estándar de seis semanas para este tipo de cáncer conlleva altas tasas de curación, también puede causar toxicidades de tratamiento a corto y largo plazo. Entre ellas se encuentran la sequedad de boca, dificultades para tragar, rigidez de cuello y problemas de mandíbula. Muchos de estos efectos secundarios están relacionados con la dosis de radiación, por lo que reducir la cantidad administrada durante el tratamiento puede limitarlos, apunta el Dr. Daniel Ma.

Los investigadores están desarrollando ahora ensayos clínicos que probarán si es posible combinar dosis más bajas de radiación con otras estrategias de tratamiento, como la terapia de haz de protones, para limitar aún más la toxicidad.

Compartir este artículo

Artículos relacionados

Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard han descubierto que el uso de estatinas reduce significativamente el riesgo de carcinoma hepatocelular (CHC) y descompensación hepática en pacientes con enfermedad hepática crónica (EHC). Las estatinas, en particular las lipofílicas como la atorvastatina y la simvastatina, se asociaron con una disminución sustancial de la probabilidad de cáncer de hígado y sus complicaciones. Un uso prolongado de estatinas aumenta aún más este efecto protector.
Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de España, ha descubierto una población especializada de neutrófilos en la piel que producen matriz extracelular, ayudando a mantener la resistencia e integridad de la piel. El estudio, publicado en Nature, demuestra que el sistema inmunológico no sólo ataca a los patógenos, sino que también fortalece físicamente la piel para evitar que entren en el cuerpo.