Investigadores chilenos estudian el avance de células cancerígenas en el estómago

Científicos Chilenos de la Universidad Católica del Norte en Coquimbo junto al equipo del doctor Francisco Vázquez-Cuevas del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizaron una importante avance de la investigación sobre el cáncer gástrico.

El estudio, publicado en la revista Pharmaceutics, analizó el comportamiento de las células tumorales, identificando los factores que provocan su rápida proliferación y diseminación a través del organismo. Con esto se abre la posibilidad de buscar nuevas terapias para contrarrestar esta enfermedad.

El doctor en Ciencias Biológicas y académico de la UCN, Dr. Claudio Coddou, explicó que “en el cáncer las células se vuelven ‘inmortales’ dividiéndose sin fin. En el caso del cáncer gástrico que estudiamos, la mucosa del estómago deja de tener su función digestiva, y sus células ya no ejercen su función normal. Al dividirse sin control, se forma el tumor, el que eventualmente puede hacer metástasis, propagándose y migrando a otros territorios”.

En la investigación, el experto cuenta que, en ese contexto, hay proteínas que aumentan, otras que bajan, cambiando totalmente el panorama. “Es el tema en que he trabajado toda mi vida: la señalización purinérgica, que es la que se produce por nucleótidos, como el ATP (adenosín trifosfato), los que se liberan fuera de las células y activan receptores específicos. Esta señalización ha emergido en los últimos años como un blanco novedoso para diversas patologías, y difiere del papel “clásico” del ATP como el combustible de las células, ya que almacena la energía necesaria para todas las funciones celulares y que son las que nos permiten estar vivos”.

De esta forma, las células tumorales, que tienen un metabolismo acelerado, producen y liberan una gran cantidad de ATP en el microambiente tumoral, y “este ATP estimula a receptores purinérgicos que regulan el crecimiento del tumor”, detalla.

Proyecciones para un nuevo tratamiento

Los resultados de la investigación podrían pavimentar el camino para desarrollar nuevas terapias para abordar este cáncer, el cual constituye la primera causa de muerte por tumores malignos en el país. “Esta información nos podría permitir usar estos receptores como posibles biomarcadores, o como blanco terapéutico al utilizar fármacos para inhibir o activar dichos receptores. Estas podrían ser futuras terapias contra el cáncer, si es que el paciente tiene las características celulares del estudio que hemos hecho”, agregó Coddou.

En esa línea, Coddou especificó que se deben seguir realizando pruebas sobre la expresión y características de estos receptores en el sistema digestivo. Dado que el cáncer se puede manifestar de múltiples formas, se debe analizar si estos perfiles de expresión se manifiestan de la misma forma en todas las personas.

Este enfoque terapéutico, basado en la expresión de biomarcadores, es algo comúnmente observado en la terapia molecular dirigida del cáncer, o terapia target. Allí, por ejemplo, se indica un tratamiento con anticuerpos monoclonales contra el receptor HER2 en pacientes que presenten una sobreexpresión importante de dicho receptor. Esta estrategia permite una terapia adecuada a las necesidades específicas de cada paciente.

El dolor asociado al cáncer también es un camino que se podría abrir con esta investigación, ya que el aumento del metabolismo celular, y por consecuencia el crecimiento del tumor, “produce una mayor liberación de ATP al medio extracelular, el que puede estimular los receptores purinérgicos que también están presentes en las neuronas aferentes primarias, lo que estimula a las neuronas sensoriales relacionadas al dolor asociado al cáncer”, proyectó Coddou.

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