El Día Mundial contra el Cáncer se celebra el 4 de febrero y, por lo tanto, ahora es el momento ideal para hablar sobre el cáncer de pulmón y el hábito de fumar. A nivel internacional, el cáncer de pulmón es la causa más frecuente de muerte por cáncer y la Organización Mundial de la Salud calcula que el 90 por ciento de los casos pueden prevenirse si se elimina el consumo de tabaco.
Aunque la gente que fuma es la que más riesgo corre, el consumo de tabaco sin humo también se relaciona con cáncer de pulmón y esta enfermedad asimismo se presenta en personas que no consumen tabaco.
“Es una idea equivocada, porque si bien el consumo de tabaco es claramente el mayor factor de riesgo para cáncer de pulmón, también hay muchos otros factores de riesgo, incluidos algunos desconocidos. Todo lo que se necesita para correr riesgo de cáncer de pulmón es tener uno de estos órganos”, comenta el Dr. Aaron Mansfield, oncólogo de Mayo Clinic especializado en cáncer de pulmón.
La exposición al humo de segunda mano aumenta el riesgo para cáncer de pulmón. Otros factores de riesgo incluyen la exposición al gas radón, al asbesto y a otros carcinógenos, así como tener antecedentes familiares de cáncer de pulmón.
Algunas personas a quienes se diagnostica cáncer de pulmón no tienen ningún factor de riesgo obvio y, por ello, los síntomas de esta enfermedad, como falta de aire y dolor del pecho, se pueden malinterpretar de pulmonía.
“A muchos de mis pacientes se les diagnosticó pulmonía y recibieron varios ciclos de antibióticos que no fueron provechosos. Llegaron a nuestras manos solo cuando aquella masa vista en las radiografías de tórax y considerada pulmonía nunca mejoró”, dice el Dr. Mansfield.
Tener tos constante, toser con sangre, perder peso, sentir dolor en los huesos y tener dolor de cabeza también son síntomas del cáncer de pulmón.
El diagnóstico exacto suele involucrar la realización de una biopsia. La ecografía o las imágenes de la tomografía computarizada sirven para guiar dónde colocar la aguja a fin de obtener la muestra más exacta del tejido, explica el Dr. Mansfield.
“La detección temprana del cáncer de pulmón es fundamental para obtener resultados exitosos, porque se lo puede extirpar a través de una cirugía y tratar tanto con radiación como con ablación”, señala la Dra. Karen Swanson, neumóloga y especialista de cuidados intensivos en Mayo Clinic.
Lamentablemente, los síntomas del cáncer de pulmón rara vez aparecen antes de que la enfermedad haya avanzado hacia otras zonas del cuerpo.
“Uno de los problemas del cáncer de pulmón es que para cuando se diagnostica al paciente, en el 80 por ciento de los casos, el cáncer ya se ha diseminado. Por desgracia, el crecimiento de tumores dentro de los pulmones no es algo que el cuerpo pueda sentir ni detectar y, por ello, a menos que se haga un examen, se lo pasa por alto en las primeras etapas”, añade la Dra. Swanson.
El examen para detectar el cáncer de pulmón consiste en una exploración por tomografía computarizada de dosis baja que se hace anualmente. El examen salva vidas y, por ello, se lo recomienda a quienes corren alto riesgo.
“Los pacientes deben hablar con sus médicos de cabecera acerca de la detección para cáncer de pulmón, especialmente cuando hay algún antecedente de haber fumado”, afirma la Dra. Swanson.
En las pautas para detección del cáncer de pulmón, el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos en los Estados Unidos acaba de bajar la edad desde 55 años a 50 y los antecedentes de consumo de 30 paquetes por año a 20 con el fin de detectar tempranamente más cantidad de casos de cáncer de pulmón. La medida de paquetes por año indica cuántos cigarrillos fumó una persona durante un período de tiempo y se calcula multiplicando la cantidad de paquetes de cigarrillos fumados al día por el número de años que fumó esa persona.
Si usted fuma cigarrillos, puede reducir su riesgo para cáncer de pulmón al dejar el hábito. “Aunque tenga 60 o 70 años, se sabe que el solo hecho de dejar de fumar añade años de vida y reduce tanto los efectos crónicos sobre la salud como los síntomas provocados por el hábito de fumar”, observa el Dr. J. Taylor Hays, internista en Mayo Clinic y director adjunto del Centro de Mayo Clinic para Dependencia a la Nicotina.
“Hasta quienes sufren de bronquitis crónica y otros problemas ven que dentro del transcurso de seis meses a unos años, los síntomas se reducen considerablemente y mejora significativamente la falta de aire y la capacidad de funcionar sin presentar síntomas”, asegura el Dr. Hays.
No es fácil dejar de fumar y, por ello, lo mejor es hacerlo con ayuda. Si fuma, hable con su médico de cabecera respecto a la detección del cáncer de pulmón y los recursos existentes para ayudarle a dejar de fumar.
Afortunadamente, los avances en la ciencia médica han mejorado los resultados de las personas a quienes se diagnostica cáncer de pulmón.
“Los adelantos en la detección del cáncer de pulmón, en las terapias dirigidas y en las inmunoterapias han mejorado la mortalidad por cáncer de pulmón, en general”, concluye el Dr. Mansfield.