Cuando el clima es cálido, a muchas personas les gusta nadar en una piscina. Sin embargo, pese a que el cloro limpia el agua, eso no significa que se pueda mirar mientras uno está bajo el agua, porque los ojos pueden sufrir daños temporales, dice una experta ocular de Mayo Clinic.
“El cloro es un desinfectante muy poderoso que, en realidad, daña las capas celulares externas que protegen la córnea”, explica la Dra. Muriel Schornack, optometrista de Mayo Clinic.
No es problema abrir los ojos ocasionalmente, pero mirar bajo el agua de forma prolongada puede ocasionar daños.
“El ojo se irrita y se pone rojo; puede también haber fotofobia, o sensibilidad a la luz. La visión posiblemente se vuelva borrosa y los ojos pueden sentirse irritados o hasta adoloridos”, comenta la Dra. Schornack.
La mayoría de las veces, esos síntomas son incómodos, pero duran poco. Si realmente desea ver bajo el agua, la recomendación médica es usar lentes para nadar.
“Soy defensora de los lentes para nadar debido a un par de razones: protegen la superficie delantera del ojo y, debido a que muchas personas con bastante miopía o hipermetropía usan lentes de contacto cuando nadan, cuando esos lentes se empapan de cloro, se crea un reservorio de ese elemento en la superficie del ojo y probablemente cause daños”, dice la Dra. Schornack.