La sal en nuestro organismo cumple un importante rol en la regulación de los líquidos, relaja los músculos y ayuda al control de los impulsos nerviosos. Es un mineral que nos ayuda al equilibrio necesario entre el potasio, calcio, cloruro y sodio. Del 14 al 20 de marzo, se celebra mundialmente la semana de sensibilización sobre el consumo de sal, fecha que busca generar conciencia sobre el consumo excesivo de sal y su impacto en la salud.
De acuerdo a la encuesta realizada por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la U. de Chile, la población no tiene conocimiento de cuanta sal consume, esto dado que usualmente ésta se encuentra presente en todos los alimentos procesados, ya sean dulces o salados, donde se utilizan aditivos con sodio para realzar el sabor y extender la durabilidad de los productos.
Actualmente, se calcula que en nuestro país se consume entre 9 a 12 gramos de sal por día, casi el doble de la cantidad considerada saludable por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual equivale a 5 gramos. Mientras que, para los niños, recomiendan ajustar la dosis de sal a la baja, en relación a la ingesta máxima recomendada por los adultos. Según la profesional de Clínica Los Leones, María Paz Rojas, “esta sugerencia no comprende el período de lactancia natural exclusiva, ni tampoco el de alimentación complementaria natural, ya que no se debe incorporar sal ni azúcar en estos períodos”.
En este contexto, productos como la biosal, al cual se le ha disminuido la cantidad de sodio, reemplazándola por potasio, lo que tiene un efecto antihipertensivo que, en conjunto con la baja de sodio, puede mejorar la presión arterial. “Sin embargo, estos productos pueden contener otros elementos, tales como calcio, magnesio y potasio, lo que podría generar problemas a personas con otras patologías asociadas, ya sean cardíacas, renales, etc”, puntualiza.
Algunos de los consejos que enfatiza Rojas para evitar enfermedades asociadas al consumo excesivo de sal como la retención de líquido, irregularidades en el sistema nervioso, posibles alteraciones a órganos como riñones, hígado y tiroides, problemas cardíacos, hipertensión y osteoporosis, es “evitar agregar sal en exceso durante la preparación de alimentos. Por otra parte, es recomendable comer en casa comida saludable, disminuir la compra y consumo de alimentos procesados, ya que éstos presentan un exceso de sal en su composición”.
Optar por alimentos frescos para las preparaciones, es una gran opción. Según la profesional de Clínica Los Leones, María Paz Rojas Yáñez, mejorar los hábitos alimenticios a través del reemplazo de la sal por el ajo, cebolla, jugo de limón, albahaca, menta, orégano, entre otros, son alternativas eficientes para un equilibrio saludable.
Finalmente, la especialista explica que también es necesario informarse y leer siempre el etiquetado nutricional, de esa manera se podrá conocer la cantidad de sal presente en los alimentos. Por otra parte, se debe preferir los productos sin sello nutricional de “alto en sodio”. Junto con eso, los alimentos en lata se deben enjuagar antes de comer, esto disminuirá la sal.