Un control inalámbrico del dolor para afecciones resistentes a los medicamentos ofrece una alternativa prometedora a la cirugía, según un estudio

El uso de un implante inalámbrico de 1 milímetro para estimular los nervios periféricos desde dentro de los vasos sanguíneos tiene el potencial de tratar el dolor neuropático resistente a la terapia médica, según un equipo de investigadores multiinstitucionales que incluye a Sunil A. Sheth, MD, de UTHealth Houston.

Sheth, profesor asociado de neurología y director del programa de neurología vascular de la Escuela de Medicina McGovern en UTHealth Houston, fue co-investigador principal de un estudio publicado hoy en Nature Biomedical Engineering. Otros co-investigadores principales incluyeron al neurocirujano de la Rama Médica de la Universidad de Texas, Peter Tze Man Kan, MD, MPH; y el neuroingeniero de la Universidad Rice, Jacob Robinson, Ph.D.

Después de recibir una subvención de los Institutos Nacionales de Salud en 2019, los tres se unieron para crear estimuladores nerviosos implantables inalámbricos que se pueden usar en lugar de los opioides para controlar el dolor. Los implantes, aproximadamente del tamaño de un grano de arroz, son lo suficientemente pequeños para colocarse en stents y ser introducidos dentro de los vasos sanguíneos adyacentes a áreas específicas del sistema nervioso central y periférico.

«Estamos recibiendo cada vez más datos que muestran que la neuromodulación, o la tecnología que actúa directamente sobre los nervios, es eficaz para una gran variedad de trastornos (depresión, migraña, enfermedad de Parkinson, epilepsia, demencia, etc.), pero existe una barrera para usar estas técnicas debido a los riesgos asociados con la cirugía para implantar el dispositivo, como el riesgo de infección», dijo Sheth.

«Si puede bajar esa barra y reducir drásticamente esos riesgos mediante el uso de un método endovascular inalámbrico, hay muchas personas que podrían beneficiarse de la neuromodulación», comentó.

El dolor neuropático puede ser un trastorno incapacitante que representa casi el 40 % de los pacientes con dolor crónico, lo que a menudo conduce a la ansiedad, la depresión y la adicción a los opiáceos. Investigaciones anteriores revelaron que la estimulación eléctrica es un tratamiento eficaz para reducir el dolor cuando los médicos se dirigen a la médula espinal y los ganglios de la raíz dorsal (GRD), un conjunto de nervios que transportan información sensorial a la médula espinal. Sin embargo, los estimuladores GRD existentes requieren cirugía invasiva para implantar un paquete de baterías y un generador de impulsos.

Con este nuevo tipo de tecnología, los investigadores dicen que han encontrado una manera de realizar una terapia bioelectrónica mínimamente invasiva que ayuda con una colocación más precisa del implante y resultados más predecibles.

En última instancia, Sheth espera obtener la aprobación regulatoria del dispositivo por parte de la FDA.

«Estamos realizando algunos estudios a más largo plazo para garantizar que este enfoque sea seguro y que el dispositivo pueda permanecer en el cuerpo durante mucho tiempo sin causar problemas», dijo Sheth, quien estimó que el proceso llevará algunos años.

 

 

 

 

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