Un estudio confirma los beneficios que aporta la práctica de ejercicio físico en la enfermedad del hígado graso

Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Este de Finlandia, publicado en la revista ‘Scientific Reports’, demostró que el ejercicio físico aporta beneficios en el tratamiento de la enfermedad del hígado graso.

Y es que, según observaron, el ejercicio realizado de forma regular durante 12 semanas redujo significativamente la glucosa en ayunas y la circunferencia de la cintura de los participantes del estudio, y mejoró su tasa máxima de consumo de oxígeno y la carga de trabajo máxima alcanzada.

Estos efectos positivos se asociaron con alteraciones en la abundancia de varios metabolitos y, en concreto, los investigadores observaron que el ejercicio alteró el metabolismo de los aminoácidos en el tejido adiposo.

Según los resultados, el ejercicio puede tener un efecto beneficioso sobre muchos factores que contribuyen a esta enfermedad, incluso sin pérdida de peso ni cambios en la dieta. El tejido adiposo parece jugar un papel clave en estos efectos.

El ejercicio mejoró los niveles de glucosa en sangre en ayunas y modificó el metabolismo de los aminoácidos, lípidos y ácidos biliares. Sin embargo, las concentraciones anormales de lípidos en sangre no mejoraron con el ejercicio solo: su tratamiento requiere atención a la calidad de las grasas en la dieta.

Compartir este artículo

Artículos relacionados

Años antes de que los ovillos de tau aparezcan en los escáneres cerebrales de pacientes con enfermedad de Alzheimer, una prueba de biomarcadores desarrollada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh puede detectar pequeñas cantidades de la proteína tau propensa a agruparse y sus formas patológicas mal plegadas que ensucian el cerebro, el líquido cefalorraquídeo y potencialmente la sangre, sugiere una nueva investigación publicada hoy en Nature Medicine.
Investigadores del Mass General Brigham (Estados Unidos) han descubierto que una proteína conocida como granzima K (GZMK) impulsa el daño tisular y la inflamación al activar el sistema del complemento contra nuestros propios tejidos. Sus hallazgos no solo reformulan la comprensión centenaria del sistema del complemento, sino que también abren nuevas vías para terapias que podrían bloquear específicamente esta vía dañina en pacientes con enfermedades autoinmunes e inflamatorias.cien
Los médicos de la Universidad Queen Mary de Londres, Barts Health NHS Trust y University College London han liderado el desarrollo de una terapia térmica dirigida (Triple T) simple y mínimamente invasiva que tiene el potencial de transformar el tratamiento médico de una causa común, pero comúnmente pasada por alto, de presión arterial alta.