Las personas con un índice de masa corporal (IMC) normal con enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA) tienen más probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular que las que tienen sobrepeso u obesidad, según una investigación seleccionada para su presentación en la Digestive Disease Week (DDW) 2022.
Esta relación con las enfermedades cardiovasculares se encontró a pesar de que los pacientes delgados tenían menos probabilidades de padecer cirrosis, diabetes, colesterol alto o presión arterial alta.
«Nuestro equipo esperaba ver que las personas con un IMC normal tendrían una menor prevalencia de enfermedades metabólicas o cardiovasculares, por lo que nos sorprendió mucho encontrar esta relación con las enfermedades cardiovasculares», explica Karn Wijarnpreecha, investigador principal del estudio y becario de hepatología de trasplantes en la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
Según reconoce, «con demasiada frecuencia, se pasa por alto a los pacientes con HGNA con un IMC normal porque suponemos que su riesgo de padecer afecciones más graves es menor que el de los que tienen sobrepeso. Pero esta forma de pensar puede estar poniendo en riesgo a estos pacientes».
La principal característica de la HGNA es tener demasiada grasa almacenada en las células del hígado. No suele presentar síntomas y puede dar lugar a otras afecciones peligrosas, como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cirrosis hepática.
Aunque el HGNA es más frecuente en personas con sobrepeso u obesidad, también se da en personas con un IMC normal. Sin embargo, apenas se han realizado investigaciones sobre las afecciones asociadas a esta población en relación con la enfermedad.
Los investigadores llevaron a cabo un estudio de cohorte retrospectivo de más de 10.000 adultos diagnosticados con NAFLD en el Hospital de la Universidad de Michigan entre 2012 y 2021 para comparar la prevalencia de cirrosis, enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas y enfermedad renal crónica entre cuatro clases de pacientes: delgados (IMC= 18,5 a 24,9), con sobrepeso (IMC=25-29,9), obesidad de clase 1 (IMC=30-34,9) y obesidad de clase 2-3 (IMC=35-<40).
Descubrieron que, en comparación con los pacientes no delgados, los pacientes delgados tenían una menor prevalencia de cirrosis, diabetes mellitus, hipertensión y dislipidemia; pero una mayor prevalencia de enfermedad vascular periférica, enfermedad cerebrovascular y cualquier enfermedad cardiovascular.
«En un análisis más detallado, descubrimos que los pacientes delgados con HGNA también tenían una prevalencia significativamente mayor de enfermedades cardiovasculares, independientemente de la edad, el sexo, la raza, el hábito de fumar, la diabetes, la hipertensión y la dislipidemia», señala Wijarnpreecha.
Los investigadores tienen previsto realizar estudios adicionales de seguimiento de los pacientes a largo plazo para determinar si los pacientes delgados tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como consecuencia de la HGNA.
Dado que se desconocen las razones que subyacen a la mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares entre los pacientes delgados con HGNA, los investigadores animan a los médicos a no pasar por alto a los pacientes delgados con HGNA, ya que pueden enfrentarse a graves consecuencias para la salud similares a las de los pacientes con sobrepeso u obesidad.