Se necesitan más de 43 millones de trabajadores de la salud adicionales para alcanzar los objetivos de la cobertura universal de salud en todo el mundo, según un nuevo estudio revisado por pares del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington publicado en The Lancet. Las brechas más grandes se observaron en el África subsahariana, el sur de Asia y el norte de África y Oriente Medio.
«Estas son las estimaciones más completas hasta la fecha de la fuerza laboral mundial de atención de la salud», dijo el autor principal, el Dr. Rafael Lozano, Director de Sistemas de Salud del IHME.
«Los trabajadores son esenciales para el funcionamiento de los sistemas de salud y es muy importante tener estos datos disponibles para que los países puedan tomar decisiones informadas y planificar para el futuro», apuntó.
Los investigadores observaron la escasez en cuatro categorías: médicos, enfermeras y parteras, personal dental y personal farmacéutico. En 2019, estimaron que más de 130 países tenían escasez de médicos y más de 150 tenían escasez de enfermeras y parteras. Al comparar los niveles actuales de trabajadores de la salud con los niveles mínimos necesarios para alcanzar un puntaje objetivo de 80 en el índice de cobertura de servicios efectivos de la cobertura universal de salud (UHC), los investigadores estimaron una escasez de más de 43 millones de trabajadores de la salud, incluidos 30,6 millones de enfermeras y parteras y 6,4 millones de médicos.
«Descubrimos que la densidad de trabajadores de la salud está fuertemente relacionada con el nivel de desarrollo social y económico de una nación», dijo la autora principal, la Dra. Annie Haakenstad, profesora asistente de Ciencias de la Métrica de la Salud en el IHME.
«Existen diferentes estrategias y enfoques de políticas que pueden ayudar a abordar la escasez de trabajadores, y estos deben adaptarse a la situación individual de cada país. Esperamos que estas estimaciones puedan usarse para ayudar a priorizar las intervenciones de políticas e informar la planificación futura», señaló la investigadora.
El estudio reveló una diferencia de más de 10 veces en la densidad de trabajadores de la salud entre y dentro de las regiones en 2019. Las densidades oscilaron entre 2,9 médicos por cada 10 000 personas en el África subsahariana y 38,3 por cada 10 000 en Europa Central, Europa del Este y Asia Central. También se destacó Cuba, con una densidad de 84,4 por 10.000 frente a 2,1 en Haití.
Se observaron disparidades similares al medir el número de enfermeras y parteras, con una densidad de 152,3 por 10.000 en Australasia en comparación con 37,4 por 10.000 en el sur de América Latina. A pesar de los aumentos constantes en la fuerza laboral de atención médica entre 1990 y 2019, persistieron brechas sustanciales.
Los investigadores citaron la literatura existente que destaca los factores que contribuyen a la escasez de trabajadores, incluida la emigración de trabajadores de la salud, la guerra y los disturbios políticos, la violencia contra los trabajadores de la salud y los incentivos insuficientes para la capacitación y la retención. Además señalaron que las ubicaciones de altos ingresos deben seguir las pautas de la OMS sobre la contratación responsable de personal de salud para evitar contribuir a las brechas de fuerza laboral en las regiones de bajos ingresos.
Estos hallazgos muestran cuán mal preparado estaba el mundo cuando la pandemia de COVID-19 se extendió por todo el mundo, poniendo a prueba los sistemas de salud que ya carecían de trabajadores de primera línea cruciales.
Tener estas estimaciones hoy ayudará a los formuladores de políticas, hospitales y clínicas médicas a prepararse para futuras pandemias al centrar su atención en la capacitación y el reclutamiento. Los autores también señalan que aún queda mucho por aprender sobre el impacto de la pandemia en el personal sanitario. Esto incluye la dinámica de género en los recursos humanos para la salud (HRH) y cómo la salida de las mujeres del empleo formal para tareas de cuidado en el hogar puede haber agotado la salud y fuerza de trabajo, entre otros factores estresantes para los RHS durante la pandemia.