Un nuevo programa que utiliza la realidad virtual inmersiva para desempeñar el papel de un nutricionista digital puede eventualmente mejorar el proceso de atención nutricional, según un nuevo análisis.
El programa, Aplicación de alimentación y nutrición virtual inmersiva (Immersive Virtual Alimentation and Nutrition Application, IVAN), se desarrolló en Penn State y utiliza auriculares de realidad virtual para ayudar a que el usuario sienta que está hablando con un nutricionista real en un entorno de oficina. El programa guía al usuario a través de actividades interactivas diseñadas para enseñarle conceptos de nutrición como el tamaño de la porción y la densidad calórica.
Un equipo de siete expertos, incluidos nutricionistas registrados y especialistas en educación, evaluó el programa IVAN en 14 dominios diferentes, incluida la navegación, el contenido educativo sobre nutrición y la relevancia del contenido educativo.
«El programa obtuvo un puntaje alto en los 14 dominios», dijo Travis Masterson, profesor asistente de ciencias nutricionales y director del laboratorio de Salud, Comportamiento Ingestivo y Tecnología en Penn State, «lo que sugiere que fue recibido positivamente en general y los expertos sintieron que ser útil para los usuarios».
Los dominios en los que el programa obtuvo mejores puntajes fueron 1) puntos de vista fieles, lo que significa que parecía reflejar un entorno real; 2) la relevancia del contenido educativo, es decir, que el material educativo fue útil; y 3) estrecha coordinación de acción y representación, lo que significa que las interacciones con la comida se sintieron realistas.
El análisis fue publicado recientemente en el Journal of Nutrition Education and Behavior.
Según los investigadores, la capacidad de tomar buenas decisiones sobre la nutrición es una habilidad importante, pero es difícil encontrar información de alta calidad respaldada por la ciencia en los medios de comunicación populares.
«Los nutricionistas registrados están capacitados para ayudar a las personas a mejorar sus dietas y pueden conocer y trabajar con personas para mejorar sus hábitos diarios de una manera muy individualizada y personal», dijo Masterson.
«Pero a menudo terminan dedicando una gran parte de sus visitas a enseñar conceptos básicos de nutrición, lo que no siempre es un uso eficaz de su tiempo o sus habilidades», enfatizó
Según explicó Masterson, en el futuro, el programa puede ahorrar tiempo y dinero a las clínicas y, al mismo tiempo, liberar el tiempo de sus dietistas registrados para dedicar más tiempo a proporcionar comentarios individualizados y establecer objetivos específicos. Además, brinda a los usuarios una experiencia divertida y atractiva que puede mejorar su conocimiento.
«El programa brinda a los usuarios una experiencia realista que probablemente mejorará sus habilidades más que solo mirar una presentación de diapositivas o leer un folleto. Además de los entornos clínicos, también esperamos poder distribuir ampliamente el programa IVAN en el futuro para su uso en escuelas o incluso en el hogar», concluyó Masterson.