La fatiga de Zoom durante la pandemia de COVID-19 se asoció con depresión, soledad e inseguridad alimentaria. Los niveles más altos de fatiga de Zoom se correlacionaron con niveles más altos de soledad, según un nuevo estudio publicado en la revista revisada por pares Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.
La fatiga del zoom es un término que se usa para describir el uso excesivo de videoconferencias para el trabajo. Describe sentirse ansioso, socialmente aislado o emocionalmente agotado debido a la falta de conexión social.
Eric Elbogen, Ph.D., de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, y los coautores descubrieron que las puntuaciones más altas en una escala de fatiga de Zoom, que midió el estrés, el aislamiento y la depresión percibidos asociados con las videoconferencias en el trabajo, estaban relacionadas con una mayor soledad, menor apoyo social, más videoconferencias semanales y falta de dinero para alimentos. Los síntomas depresivos demostraron una asociación significativa con la fatiga de Zoom.
Los investigadores concluyeron que «los empleadores y los empleados deben considerar una serie compleja de factores a nivel individual y ambiental al evaluar el grado en que las videoconferencias en el trabajo pueden generar estrés, aislamiento social y agotamiento emocional, lo que podría afectar negativamente la salud mental, el trabajo productividad y calidad de vida”.
«A medida que la pandemia disminuya y muchos de nosotros regresemos a la oficina, se prevé que el uso de videoconferencias seguirá siendo alto y reemplazará los viajes de negocios anteriores. Investigar cómo las tecnologías más inmersivas, como la realidad virtual, pueden complementar las reuniones virtuales para mitigar la fatiga y la depresión es vital», señaló la editora en en jefe Brenda K. Wiederhold.