Dra. Carmen Gloria Aylwin, presidenta de Asocimed: “En nuestro país no están las condiciones para asegurar una adecuada intercambiabilidad”

La doctora Carmen Gloria Aylwin, presidenta de la Asociación de Sociedades Científicas-Médicas de Chile (Asocimed), analizó el avance de la Ley de Fármacos II, que actualmente se encuentra en la Comisión de Hacienda del Senado luego de su paso por la Comisión Mixta.

En la iniciativa se aprobó la indicación que señala que la prescripción de medicamentos debe ser por Denominación Común Internacional (DCI) y nombre de fantasía, que plantea que en el caso de medicamentos no intercambiables y solo para efectos de continuidad de un tratamiento, la receta podrá incluir a modo de información, entre paréntesis, el nombre comercial.

En entrevista con Cienciaysalud.cl, la Dra. Aylwin señaló que este punto representa un riesgo debido al escenario que se da en Chile respecto de los fármacos.

“El paciente podría intercambiar medicamentos, comparándolos con otros de igual principio activo y pudiendo elegir aquellos de menor costo. Esto último es un motivo de preocupación, ya que en la actualidad en nuestro país no están las condiciones que permitan asegurar una adecuada intercambiabilidad, lo que puede resultar en que no se logren los resultados terapéuticos esperados”, advierte.

Avanzar en bioequivalencia

La presidenta de Asocimed explica que en nuestro país hace falta aumentar las exigencias para que los medicamentos no originales que se dispensen sean bioequivalentes, es decir, certificados por agencias de primer nivel que garantizan que se cumple con un proceso de manufactura validado, y estudios farmacocinéticos y de biodisponibilidad que demuestran la misma eficacia y seguridad que el producto original.

“Siendo así, la intercambiabilidad de fármacos nos dará seguridad y beneficiará a nuestros pacientes, lo que constituye nuestra principal preocupación”, manifiesta.

La Dra. Aylwin señala que en la mayoría de los países desarrollados los medicamentos se prescriben por DCI, pero en esos casos los fármacos genéricos sí son bioequivalentes y, por lo tanto, con seguridad y efectos clínicos demostrados.

En cambio en Chile, según un informe de la Fiscalía Nacional Económica (2020), más del 60% de los fármacos no tienen estudios de bioequivalencia, lo que no permite implementar una intercambiabilidad segura y eficaz de medicamentos, como sí sucede en Estados Unidos y Europa.

“La receta por DCI, si bien permite acceder por el principio activo a un fármaco más económico, no garantiza que el fármaco que adquiera el paciente sea bioequivalente. No hay duda de que debemos avanzar para que ambas condiciones coincidan, receta por DCI y disponer solo de genéricos bioequivalentes, lo que es un requisito indispensable para la intercambiabilidad”, plantea.

La realidad de Chile, puntualiza, es un mercado con muchos fármacos genéricos (se denominan por el principio activo, pero sin certificación) y pocos fármacos genéricos bioequivalentes (denominados por el principio activo y con certificación que da garantías que su comportamiento clínico es el mismo respecto del original).

Genéricos y bioequivalentes

La presidenta de Asocimed considera importante que la ciudadanía “se eduque y aprenda la diferencia” entre un fármaco genérico y un genérico bioequivalente.

Genérico: es una copia, tiene el mismo principio activo del original, pero no ha sido sometido a estudios por lo que su eficacia no está garantizada.

Genérico bioequivalente: si bien, también son una copia del innovador, tienen documentada eficacia y seguridad terapéutica igual al fármaco original.

“Es fundamental que los pacientes estén informados que sólo pueden intercambiar con seguridad un original por un genérico bioequivalente o un genérico bioequivalente por otro bioequivalente. Estamos de acuerdo en que se regule el costo de los fármacos, pero a su vez que las personas accedan a productos que cumplan con los estándares que permitan una segura intercambiabilidad”, remarca.

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