Hipotiroidismo e hipertiroidismo: cuáles son sus síntomas y tratamientos

Hipotiroidismo e hipertiroidismo. ¿Cuáles son sus síntomas y cuáles son sus tratamientos? La Dra. Miren Osorio, endocrinóloga de la Clínica Santa María, explica en qué consisten estas enfermedades que afectan a la glándula tiroides, ubicada en la base del cuello, encargada de la secreción de triiodotironina (T3) y tiroxina (T4), que regulan cómo el cuerpo almacena y usa su energía.

Una parte importante de la población, especialmente mujeres, se pueden ver afectadas por cualquiera de estas dos patologías.

Hipertiroidismo (tiroides hiperactiva)

Se produce cuando la glándula tiroides secreta demasiada hormona tiroxina, acelerando el metabolismo del cuerpo, lo cual causa una pérdida de peso involuntaria, ansiedad, cansancio, intolerancia al calor, latidos rápidos o irregulares, entre otros.

En algunas ocasiones también se presenta bocio (aumento de tamaño de tiroides) y exoftalmo (ojos abultados).

Si una persona presenta los síntomas descritos, debe consultar con un endocrinólogo, quien podrá diagnosticar la enfermedad a través de un examen de sangre.

Existen alternativas de tratamiento, dependiendo de la causa: fármacos (drogas antitiroideas o betabloqueo), yodo radioactivo o cirugía. Con estas dos últimas es muy probable que los pacientes queden con hipotiroidismo, por lo que se requiere un control estricto con un especialista.

Hipotiroidismo

Es cuando, por el contrario, no se produce suficiente T4 y T3. Sus principales síntomas son cansancio, intolerancia al frío, constipación, caída del cabello, piel seca, entre otros. Las mujeres con esta condición también pueden presentar irregularidades menstruales, dificultad para quedar embarazadas y mayor posibilidad de un aborto espontáneo.

Con un tratamiento adecuado no tendrán dificultad para embarazarse y pueden tener un embarazo normal.

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de sangre y el tratamiento consiste en tomar hormonas tiroideas (levotiroxina) diariamente para reemplazar lo que la tiroides no produce y así mejorar los síntomas.

Debe controlarse en forma periódica para asegurar que la dosis sea correcta, dado que su exceso tiene efectos adversos. Generalmente esta terapia es para toda la vida.

Fuente: Clínica Santa María.

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