Más del 85% de las muertes en Chile se deben a Enfermedades No Transmisibles

Hipertensión arterial, obesidad, diabetes, afecciones cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedad pulmonar crónica son algunas de las patologías que se agrupan dentro de las llamadas Enfermedades No Transmisibles (ENT) y que presentan alta frecuencia en la población chilena.

Según una publicación de la Revista Médica de Chile, el 85,8% del total de muertes que se produjeron en nuestro país en 2019, se debió a este tipo de patologías.

Pero no solo impactan en Chile. Según la Alianza ENT -organización no gubernamental que busca impulsar acciones para la prevención y atención de las Enfermedades No Transmisibles- alrededor de 41 millones de personas mueren al año a nivel mundial por esta causa, lo que representa el 71% de todas las defunciones.

Para tener una perspectiva de esta cifra, las muertes oficialmente atribuidas al Covid-19, desde su inicio en 2019 hasta junio de 2022, superan los 6 millones de personas.

Una de las acciones para prevenir estas patologías es la Semana Mundial de Acción sobre las ENT, que se realiza desde el 5 al 11 de septiembre.

Factores de riesgo

El Dr. Jorge Jalil, cardiólogo y Past President de la Sociedad Chilena de Hipertensión, enfatiza que las ENT comparten varios factores de riesgo: sedentarismo, sobrepeso/obesidad, tabaquismo, alimentación no saludable y uso nocivo del alcohol.

“Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 27,6% de la población en Chile presenta hipertensión arterial y el 12,3% tiene diabetes mellitus. A eso le sumamos que el 33,3% es fumadora, el 86,7% es sedentaria y el 74,2% tiene sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida. Todos estos índices exacerban estas enfermedades, representando un riesgo aún mayor de enfermedades cardiovasculares y también otras ENT”, destaca.

El especialista advierte que en el último tiempo ha habido un notable aumento de la población menor de 40 años, que está presentando algún tipo de enfermedades no transmisibles, con el consiguiente peligro que ello conlleva.

“La hipertensión es considerada una de las enfermedades severas más catastróficas porque, entre otros motivos, es silenciosa y mucha población es hipertensa. Por lo tanto, al no ser tratada, aumenta el riesgo de accidente cerebro vascular, infarto al miocardio, daño renal crónico o insuficiencia cardíaca y demencia”, subraya.

En relación con la diabetes, los pacientes corren el riesgo de sufrir una serie de consecuencias que pueden causar la muerte o discapacidad, como la ceguera a causa de retinopatía diabética, infarto cardíaco, pérdida de una extremidad por oclusión de los vasos arteriales.

Chequeos preventivos

La buena noticia es que, aunque exista predisposición familiar para desarrollar este tipo de enfermedades, se pueden evitar mediante la incorporación de conductas preventivas y hábitos saludables.

“Si, por ejemplo, una familia es propensa a la hipertensión o diabetes, es importante empezar a controlarse desde joven para tomar precauciones y no esperar a que se establezca la enfermedad”, aconseja el Dr. Jalil.

El cardiólogo hace hincapié en la necesidad de medirse alrededor de los 20 años el colesterol, presión arterial y niveles de glucosa. Así como también controlar la presión arterial de los menores de edad, en el control de niño sano.

Cambios de hábitos

Aunque el cambio en los hábitos de las personas es crucial, el especialista reconoce que es uno de los aspectos que más cuesta modificar. “Hay que tratar de hacer un cambio a la vez y es necesario repetir un determinado número de veces para que se cree un hábito”, sostiene.

En relación a la alimentación, lo fundamental es cuidar la ingesta de carbohidratos de absorción rápida, como pan, galletas, papas, arroz, fideos, productos azucarados y un largo etcétera. “A mayor consumo de carbohidratos aumenta la obesidad, colesterol, riesgo de diabetes, entre otros”, agrega.

El Dr. Jalil aconseja optar por legumbres porque son más proteicas y, en general, consumir una dieta equilibrada, rica en verduras, pescado y disminuir -pero no eliminar- carbohidratos y carnes rojas.

Para romper con el sedentarismo es necesario moverse a diario, y varias veces en el día. Caminar de 45 minutos a 1 hora en el día (que no tiene que ser continuo) permite gastar, en promedio, entre 200 y 400 calorías, que multiplicado por 7, suelen suponer un gasto total por actividad física mayor a las 3 horas de aeróbica hechas en un gimnasio durante la semana.

Algunas ideas para romper con el sedentarismo:

• Pausas activas: programar una alarma para que se active cada 1 hora, y caminar o moverse por 3 a 5 minutos.
• Privilegiar escaleras por sobre ascensores y escaleras mecánicas.
• Bajarse unas cuadras antes de la parada habitual de micro o metro, para caminar hasta el lugar de destino.
• Cuando existan pausas o descansos, que son obligatorios, hacer series cortas de sentadillas u otros ejercicios.
• Si se está con teletrabajo y se cuenta con el espacio, caminar mientras se atienden llamados.
• Si el trabajo obliga a pasar 8 horas sentado delante de una pantalla, cambiar de postura de manera regular.
• Aprovechar las tareas del hogar para moverse más.
• Lavar el auto.
• Regar las plantas.
• Compensar una eventual vida sedentaria con actividades o hobbies que conlleven cierto esfuerzo físico. Por ejemplo, una clase de baile o un curso de jardinería.

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