Los cálculos renales pueden causar un dolor insoportable y se los asocia con la enfermedad renal crónica, la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular. Las personas que tuvieron un cálculo renal por primera vez tienen un 30% de probabilidades de presentar otro en un periodo de cinco años. Según un estudio de Mayo Clinic, incluir alimentos con alto contenido de calcio y potasio puede prevenir la recurrencia de los cálculos renales.
Para ello, con frecuencia se prescriben cambios en la alimentación. Sin embargo, existen muy pocas investigaciones disponibles respecto de estas dietas en quienes tuvieron un solo incidente de la formación de cálculos renales, frente a aquellos que tienen incidentes recurrentes.
Los investigadores de Mayo Clinic elaboraron un estudio prospectivo para investigar el impacto de los cambios en la alimentación.
Estos resultados muestran que una alimentación fortalecida con alimentos con alto contenido de calcio y potasio puede prevenir los cálculos renales que son sintomáticos y recurrentes.
Las frutas con alto contenido de potasio incluyen, entre otras, plátanos, naranjas, pomelos, melones y damascos; mientras que entre las verduras están papas, champiñones, arvejas, pepinos y zapallos italianos.
El estudio
Los investigadores incluyeron preguntas sobre la alimentación en un cuestionario que se entregó a 411 pacientes que tuvieron cálculos renales sintomáticos por primera vez y a un grupo de control de 384 personas. Todos recibieron tratamiento en Mayo Clinic de Rochester o de Florida, entre los años 2009 y 2018.
Los resultados publicados en la revista médica arbitrada Mayo Clinic Proceedings muestran que la alimentación baja en calcio y potasio, la poca ingesta de líquidos, la cafeína y los fitatos se relacionan con probabilidades más altas de que se presente un cálculo renal sintomático por primera vez.
Entre los pacientes que tuvieron cálculos renales por primera vez, 73 volvieron a presentar cálculos recurrentes en un promedio de 4,1 años de seguimiento. Un análisis más profundo encontró que los niveles bajos de calcio y potasio en la alimentación predecían la recurrencia.
“Estos hallazgos en la alimentación pueden tener una importancia particular debido a que las recomendaciones para la prevención de cálculos renales se basan principalmente en factores alimentarios asociados con la formación de cálculos por primera vez y no con la formación recurrente de cálculos. Es posible que los pacientes no hagan cambios en su alimentación para prevenir un caso de cálculos renales, pero es muy posible que estén dispuestos a hacerlo si eso les ayuda a prevenir la recurrencia”, señala el autor experto, el Dr. Andrew Rule, nefrólogo de Mayo Clinic.
Consumo de líquidos
Según determinó el estudio, la ingesta de líquidos menor a 3.400 mililitros al día se asocia con la formación de cálculos que se presentan por primera vez, además del consumo de cafeína y de fitatos. La ingesta de líquidos diaria incluye también alimentos como frutas y verduras.
La ingesta baja de líquidos y cafeína pueden resultar en un volumen bajo de orina y un aumento en la concentración de la orina, lo que contribuye a la formación de cálculos. El fitato es un compuesto antioxidante presente en los cereales integrales, los frutos secos y otros alimentos que puede contribuir a un aumento en la absorción de calcio y a la excreción de calcio en la orina.
“Cambiar su alimentación para prevenir cálculos renales puede ser muy difícil. Conocer los factores alimentarios más importantes para prevenir la recurrencia de cálculos renales puede ayudar a pacientes y proveedores de atención médica a saber qué priorizar”, señala el Dr. Rule.
El estudio concluye que la alimentación con una ingesta diaria de 1.200 miligramos de calcio puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales que se presentan por primera vez y también los recurrentes. La ingesta diaria concuerda con la recomendación diaria de nutrición del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos .
Si bien se recomienda una ingesta de potasio más alta, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos no tiene una recomendación para el consumo diario de potasio. El estudio tampoco recomienda una cantidad específica.