Llega la primavera y con ello cambios en el ambiente, entre los que se cuentan temperaturas más altas y días más largos. Para algunos implica entrar a la mejor época del año; para otros se viene la alergia estacional y la lucha contra la congestión nasal, picazón de garganta y ojos llorosos, entre otros síntomas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las alergias son mecanismos de respuesta inmune exagerada del organismo a diferentes alérgenos ambientales, alimentarios y medicamentos, entre otros. Para establecer el tipo de alergia que se tiene, es necesario realizar diferentes tests de diagnóstico, a cargo de profesionales de la salud.
Una de las manifestaciones más frecuentes de la alergia estacional es la rinitis alérgica, que afecta a la mucosa nasal, siendo las causas más frecuentes el polen, el pasto, la maleza y los ácaros.
Para este grupo de personas, el uso de medicamentos para el control de los síntomas es fundamental, y para ello los antihistamínicos son el recurso terapéutico más usado.
“Sin embargo, se debe tener especial cuidado con la automedicación de este tipo de medicamentos, ya que su uso indiscriminado puede traer consecuencias negativas para la salud, particularmente en personas con patologías de base y que consumen otras medicinas para su manejo de manera permanente”, advierte Sonia Prieto Rodríguez, académica de Vinculación con el Medio de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián.
Algunos riesgos de la automedicación
• Estos medicamentos pueden provocar somnolencia y alteración de los estados de vigilia, lo cual requiere de precaución en el desarrollo de actividades que exigen atención y concentración, como, por ejemplo, la conducción de un vehículo.
• De igual manera, pueden provocar alteraciones en el ritmo cardiaco, a nivel intestinal o en la visión, así como interacciones con otros medicamentos.
• El uso de antihistamínicos de manera conjunta con alcohol y antidepresivos afecta el funcionamiento del sistema nervioso, causando problemas que pueden llegar a poner en riesgo la vida.
“Es importante considerar que no solo los medicamentos pueden traer estas complicaciones, sino también el uso de plantas medicinales en dosis no adecuadas o de manera indebida, cuyas interacciones con medicamentos consumidos para patologías de base pueden causar problemas de salud. No se debe olvidar que una planta también tiene sustancias activas”, remarca la especialista.
“Considerando que la automedicación es una problemática mundial y que ha sido definida por la OMS como la selección y uso de medicamentos por los individuos para tratar enfermedades o síntomas auto reconocidos, esta decisión puede llevar a complicaciones de salud, ya que puede provocar respuestas indeseadas, enmascaramiento de síntomas, reacciones adversas y complicaciones de los síntomas que se quieran combatir”, enfatiza la académica.
Fuente: USS.