Los médicos que sufren burnout tienen el doble de probabilidades de estar involucrados en incidentes de seguridad del paciente

Los médicos que sufren burnout tienen el doble de probabilidades de participar en incidentes relacionados con la seguridad del paciente y cuatro veces más de estar insatisfechos con su trabajo, según sugiere una investigación publicada por la revista The British Medical Journal.

La magnitud del agotamiento entre los médicos y el grave impacto que puede tener en la seguridad de los pacientes y en la rotación del personal se ha puesto de manifiesto en la mayor y más completa revisión sistemática y análisis de estudios sobre el tema realizados hasta la fecha.

Estudios anteriores han puesto de manifiesto la preocupación por el hecho de que el burnout -definido como agotamiento emocional, cinismo y desapego por el trabajo, así como un sentimiento de menor realización personal- esté alcanzando niveles de epidemia mundial entre los médicos. Sus representantes han advertido que la capacidad sobrante en el campo de la medicina se está acercando a lo que denominan punto de crisis.

En el Reino Unido, un tercio de los médicos en formación afirman que experimentan un grado de agotamiento alto o muy alto, mientras que en Estados Unidos, cuatro de cada diez médicos manifiestan al menos un síntoma de agotamiento. Y en una reciente revisión de los países de ingresos bajos y medios, la prevalencia global de burnout en un solo punto osciló entre el 2,5% y el 87,9% entre 43 estudios.

Sin embargo, faltan datos sobre la relación entre el agotamiento y el grado de compromiso del médico con su trabajo (compromiso profesional) y su posible impacto en la calidad de la atención al paciente.

Para abordar esta cuestión, un equipo de investigadores con sede en el Reino Unido y Grecia se propuso examinar la asociación del agotamiento con el compromiso profesional de los médicos y la calidad de la atención a los pacientes en todo el mundo.

Para ello, seleccionaron y analizaron los resultados de 170 estudios observacionales sobre el tema en los que participaron 239.246 médicos.

Su análisis mostró que los médicos con burnout tenían hasta cuatro veces más probabilidades de estar insatisfechos con su trabajo y más de tres veces mayores probabilidades de tener pensamientos o intenciones de dejar su trabajo (rotación) o de lamentar su elección de carrera.

Igualmente preocupante fue el hallazgo de que los médicos con burnout eran dos veces más propensos a estar involucrados en incidentes de seguridad del paciente y a mostrar una baja profesionalidad, y más del doble de probabilidades de recibir bajas calificaciones de satisfacción de los pacientes.

El análisis también reveló que el agotamiento y la menor satisfacción laboral eran mayores en los entornos hospitalarios, en los médicos de 31 a 50 años y en los que trabajaban en urgencias y cuidados intensivos, mientras que el agotamiento era menor en los médicos generales.

La asociación entre el agotamiento y los incidentes relacionados con la seguridad del paciente fue mayor en los médicos de 20 a 30 años y en los que trabajaban en medicina de urgencias.

Los autores del estudio reconocen algunas limitaciones en su investigación, como el hecho de que las definiciones precisas de términos, como seguridad del paciente, profesionalidad y satisfacción laboral, variaron entre los estudios analizados, por lo que pueden haber llevado a una cierta sobreestimación de su asociación con el burnout.

Además, las herramientas o cuestionarios utilizados para evaluar los resultados variaron considerablemente entre los 170 estudios, y el diseño de los estudios originales impuso límites a su capacidad para establecer vínculos causales entre el agotamiento del médico y la atención al paciente o el compromiso profesional.

No obstante, los autores concluyen: «El agotamiento es un fuerte predictor de la falta de compromiso profesional de los médicos, así como de la atención a los pacientes. En el futuro, se necesitan estrategias de inversión para supervisar y mejorar el agotamiento de los médicos como medio para retener al personal sanitario y mejorar la calidad de la atención al paciente».

«Las organizaciones sanitarias deberían invertir más tiempo y esfuerzo en la aplicación de estrategias basadas en la evidencia para mitigar el agotamiento de los médicos en todas las especialidades, y en particular en la medicina de urgencias y para los médicos en formación o residencia», añaden.

Esta investigación se suma a la creciente evidencia de que la mala salud mental de los profesionales sanitarios pone en peligro la calidad y la seguridad de la atención al paciente, afirmó Matthias Weigl, profesor de Seguridad del Paciente de la Universidad de Bonn, en un editorial vinculado.

«El carácter generalizado del agotamiento de los médicos indica un sistema de trabajo defectuoso causado por profundos problemas sociales y estructurales en todo el sector», advirtió.

«Es imperativo tomar medidas urgentes para la seguridad de los médicos, los pacientes y los sistemas sanitarios, incluyendo intervenciones basadas en la evidencia y orientadas al sistema, para diseñar entornos de trabajo que promuevan el compromiso del personal y prevengan el agotamiento», concluye.

 

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