Buenos hábitos de vida son fundamentales para prevenir afecciones cardíacas

La enfermedad cardiovascular (ECV) es un término amplio para problemas con el corazón y los vasos sanguíneos, que son responsables del mayor número de muertes relacionadas con patologías al año, según indica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El Dr. Andrés Triana, cardiólogo de la Clínica Los Leones de La Calera, explica que existen diversas clasificaciones para las ECV, entre ellas la hipertensión arterial (presión alta), cardiopatía coronaria (infarto de miocardio), enfermedad cerebrovascular (apoplejía) y enfermedad vascular periférica.

“Una de las formas de prevenir estas afecciones cardíacas son los buenos hábitos de vida, porque si una persona se alimenta mal, consume mucha comida chatarra, no hace ejercicio y además fuma e ingiere alcohol o drogas, está más propenso a tener estás enfermedades, que en su mayoría son silenciosas”, señala el especialista.

La OPS informa que las personas que no hacen actividad física suficiente tienen entre un 20% y un 30% más de probabilidades de morir prematuramente que aquellas que sí lo hacen.

Además, la exposición a productos derivados del tabaco es responsable del 10% de todas las muertes ocasionadas por ECV.

Síntomas

El cardiólogo de la Clínica Los Leones menciona que los síntomas que puede sufrir una persona con ECV son variados, es por eso que cuando se presentan dos o más se debe acudir a un médico de urgencias.

“Si sientes dolor o rigidez en los brazos, espalda, cuello, la persona se siente decaída, con fatiga, mareos o un ritmo cardíaco anormal se debe presentar en un centro de urgencias médicas lo antes posible”, resalta.

Si un paciente sufre una ECV y logra recuperarse, debe cambiar completamente el estilo de vida.

“No hay que dejar pasar las segundas oportunidades de vivir, la mejor forma de evitar un nuevo pronunciamiento de enfermedades cardiovasculares es cambiar los hábitos malos a saludables”, plantea el experto.

El cardiólogo concluye que “se debe tener una mejor alimentación y mayor actividad física, alejarse de los ambientes que produzcan estrés y dejar del consumo de tabaco, alcohol y drogas que dañan a nuestros cuerpos, pero, además, en el caso del consumo del cigarro, estamos produciendo daño a terceras personas”.

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