El director atlético de una escuela intermedia de Estados Unidos se comunicó con los expertos de Mayo Clinic, al prever que el inicio del año escolar traería consigo un aumento en las lesiones relacionadas con el deporte. ¿Cómo se pueden evitar? ¿Tienen alguna sugerencia respecto a cuánto tiempo deben los deportistas permanecer en la banca antes de volver a la cancha o al juego?, consultó.
El Dr. David Soma, especialista en medicina para niños y adolescentes y Medicina del Deporte de Mayo Clinic, Rochester, Minnesota, fue el encargado de responder las dudas, resaltando que la actividad física es “fantástica para la gente joven porque no solo ofrece beneficios en el área de la salud física, sino también en lo social, emocional, mental y educativo”.
“Cuando se compara a quienes participan en deportes juveniles frente a quienes no lo hacen, los deportistas juveniles tienen tasas más bajas de ansiedad y depresión, mejor autoestima, menos consumo de sustancias adictivas, mejores habilidades de vida, logros académicos más altos y, en general, una mejor calidad de vida”, destacó.
Sin embargo, la participación en deportes viene ligada a posibles riesgos, incluidas las lesiones, que pueden ser debido a traumatismos o exceso de uso.
Lesiones por traumatismos
Generalmente ocurren de forma repentina y la causa principal es una torcedura, una caída o un choque. Estas lesiones generalmente ocurren cuando el jugador interactúa con el ambiente deportivo y entre los ejemplos más comunes están las fracturas óseas, la torcedura de ligamentos, la distensión de músculos y tendones, así como los cortes o las abrasiones en la piel.
Algunas estrategias que pueden considerarse para disminuir el riesgo de una lesión por traumatismo son las siguientes:
• Iniciar programas para la prevención de lesiones.
• Usar el equipo adecuado y asegurarse de que se ajuste correctamente a la medida del deportista.
• Asegurarse de que los participantes en el deporte sigan las reglas del juego.
• Completar la rehabilitación de las lesiones antes de empezar o retomar la práctica del deporte o de la actividad.
Lesiones por exceso de uso
Ocurren de forma gradual, con el tiempo y a menudo se deben a la repetición del mismo movimiento o a la tensión ejercida sobre ciertas estructuras del cuerpo, lo que acompañado de una recuperación inadecuada y falta de descanso resulta en una lesión.
Algunos ejemplos de esto son las fracturas por estrés, la tendinitis, la tendinopatía, y la apofisitis que es una lesión por estrés en los centros de crecimiento óseo.
Las lesiones por exceso de uso son más prevenibles, puesto que comúnmente son el resultado de errores de entrenamiento, de una carga excesiva o de tensionar una parte específica del cuerpo.
Algunas estrategias que pueden considerarse para disminuir el riesgo de lesión traumática incluyen las siguientes:
• Comenzar a entrenar antes del inicio de la temporada.
• Asegurarse de que la hidratación y la nutrición sean adecuadas.
• Seguir las recomendaciones de descanso y entrenamiento.
• Prestar atención al cuerpo (diferenciar entre dolor y lesión).
“A pesar de hacer todo lo posible para disminuir el riesgo, siempre puede ocurrir una lesión”, remarca el Dr. Soma, quien agrega que “a veces puede ser difícil diferenciar entre el dolor y la lesión”.
¿Cuándo consultar con un médico?
Una evaluación médica es necesaria para una lesión en los siguientes casos:
• El dolor es muy intenso, no mejora con el descanso o empeora con el tiempo y con la actividad.
• La lesión causa pérdida de la función, tal como incapacidad para caminar, lanzar o mover una parte del cuerpo completamente.
• Las lesiones se presentan con una deformidad obvia o hinchazón considerable.
• El resultado de las lesiones es que el deportista ya no disfruta del deporte o ya no puede continuar con los entrenamientos.
Proceso de recuperación
“Cada lesión y cada deportista son diferentes y siempre es recomendable seguir el consejo de un profesional médico. Sin embargo, antes de que los deportistas regresen al campo de juego, deberían tener muy poco o nada de dolor, contar con un rango de movimiento completo, haber recuperado toda la fuerza y lo que es más importante, poder realizar actividades específicas de manera segura para satisfacer las exigencias del deporte”, señala el experto.
Después de la lesión, los pasos iniciales que pueden tomar son los siguientes:
• Descansar y evitar toda actividad que cause dolor, porque es importante permitir que el tejido sane.
• Aplicar hielo, elevar la parte lesionada, ejercer compresión y administrar medicamentos antiinflamatorios, si es necesario para manejar el dolor y disminuir la hinchazón y la inflamación.
• Trabajar para mantener patrones de movimiento que no causen dolor, a fin de evitar rigidez y atrofia.
Fuente: Mayo Clinic.