¿Qué son las várices y cómo pueden afectarnos?

¿Qué son las várices y cómo pueden afectarnos? Se trata de venas sobresalientes que son visibles principalmente en las piernas, y además de ser una preocupación estética para quienes las sufren, muchas veces suelen ser dolorosas e incómodas.

“Las várices se definen como venas dilatadas, tortuosas y sobresalientes que se observan por debajo de la superficie de la piel, de más de 3 milímetros y se producen como consecuencia de un mal funcionamiento de las válvulas que hay en las venas y cuya función es regular el retorno de la sangre hacia el corazón en forma unidireccional”, explica el Dr. Gustavo Sepúlveda, cirujano vascular y endovascular de la Clínica Las Condes.

“Como resultado, se produce la acumulación de sangre en las venas, causando su dilatación y su consecuente visibilidad a través de la piel”, agrega.

El especialista indica que existen diferentes tipos de várices, como flebectasias o micro várices que se caracterizan por ser sobresalientes, de menos de 3 milímetros; y telangiectasias, más conocidas como arañas vasculares.

Entre los factores que pueden favorecer su aparición se encuentran:

• Antecedentes familiares de várices
• Sedentarismo
• Obesidad o sobrepeso
• Trabajos prolongados de pie o sentado
• Embarazo
• Edad

Síntomas

Además de las señales físicas, como su especto estético, las varices pueden ser asintomáticas.

Otras presentan distintos síntomas que pueden ser molestos e inclusos dolorosos para el paciente, tales como:

• Hinchazón de los tobillos y los pies, principalmente de predominio vespertino.
• Dolor, cansancio o pesadez en las piernas.
• Punzadas o calambres en las piernas.
• Picazón en las piernas, especialmente en la parte inferior y en los tobillos.
• Cambio de color de la zona en la que se encuentra la várice (oscurecimiento).

Tratamiento

Es importante destacar que las várices son una afección crónica y no desaparecen por sí solas. Su tratamiento dependerá del tipo, existiendo dos alternativas.

El tratamiento sintomático está enfocado a disminuir las molestias y evitar algunas complicaciones. Se utilizan medicamentos naturales que contengan flavonoides, que contribuyen a mejorar el retorno venoso. También se pueden utilizar medias o calcetas que favorezcan el flujo venoso.

También existen los tratamientos definitivos como la cirugía, aunque el experto señala que en algunos casos pueden reaparecer.

Métodos para tratar las várices:

Terapia endovenosa con VenaSeal-Cianocrilato: destinado al tratamiento poco invasivo de las varices. Consiste en la aplicación o inyección de VeanSeal o Cianocrilato a través de un catéter, dentro de las venas Safenas, eliminando la dilatación de las venas varicosas. La técnica es precisa, mínimamente invasiva y eficaz.

Cirugía mínimamente invasiva o estética: destinada a eliminar las varices mediante micro incisiones y extracción con instrumentos parecidos a los crochets. Habitualmente esto es complementario a la terapia con VenaSeal.

Escleroterapia: destinada al tratamiento de arañas vasculares y várices de pequeño tamaño. Con frecuencia se complementan y se realiza en forma aislada a la cirugía o posterior a esta. La escleroterapia consiste en la fibrosis y desaparición del vaso mediante la inyección de espuma de polidocanol. Si bien, la escleroterapia elimina muy bien las arañas vasculares de pequeño tamaño, permite el tratamiento de venas patológicas de mayor tamaño.

¿Cómo prevenirlas?

“Se pueden prevenir o al menos disminuir la probabilidad de aparición. Esto es válido también para prevenir la recurrencia o reaparición” agrega el cirujano vascular.

Además, indica que se pueden realizar las siguientes acciones:

• Evitar el sobrepeso.
• Realizar ejercicio aeróbico, incluyendo subir escaleras. La natación y el ciclismo resultan especialmente útiles. Se recomienda evitar la utilización de pesas.
• Uso frecuente de medias elásticas de compresión graduada.
• No utilizar ropa muy ajustada pues, al comprimir ciertas zonas, dificulta el retorno venoso.
• No permanecer mucho tiempo de pie o sentado sin moverse. Si el trabajo lo permite, en lo posible dar cortos paseos periódicamente y cambiar la posición de las piernas con frecuencia.

Fuente: Clínica Las Condes.

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