Radiología, especialidad clave para el diagnóstico de enfermedades

Este 8 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Radiología, especialidad clave para el diagnóstico de enfermedades, al punto que -según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- es responsable del 80% de las decisiones médicas.

Radiografías, tomografía computarizada (TC o TAC), ecografías, resonancias magnéticas (RM), mamografías y otras pruebas de imagen médica son parte de esta especialidad que ocupa un papel esencial en el diagnóstico, seguimiento e incluso en el tratamiento del paciente.

El médico radiólogo es la persona que decide la mejor prueba a realizar, el que analiza e interpreta las imágenes para dar un diagnóstico, y en el caso del intervencionismo, el que desarrolla el tratamiento.

“En este Día Mundial de la Radiología, saludo a todos los profesionales que trabajan en esta área tan relevante para el diagnóstico de enfermedades”, expresó la ministra de Salud, Ximena Aguilera, a través de su cuenta en Twitter.

Las técnicas de imagen más habituales

Radiología simple (placas de rayos X): es la exploración más realizada en los servicios de radiodiagnóstico. Las ventajas de su utilización son la amplia disponibilidad, fácil realización, reproductibilidad, costos, seguridad y rendimiento diagnóstico, especialmente en valoración del tórax y lesiones del hueso.

Tomografía computarizada (TC): también utiliza rayos X, pero en este caso no obtiene una imagen única en un solo plano. El tubo gira alrededor del paciente emitiendo rayos X que son recogidos por una placa con múltiples detectores.

Se realiza un barrido del territorio a explorar y mediante procesamiento informático se obtienen las imágenes volumétricas con las que reconstruir en cualquier plano del espacio o en forma tridimensional.

La TC tiene una gran resolución espacial y permite ver lesiones milimétricas que no son detectables en los estudios de radiología simple. Por su rapidez y precisión, es la técnica ideal para la patología urgente, permitiendo estudios de cuerpo completo en una única y rápida exploración.

Mamografía: es otra prueba basada en los rayos X, que se utiliza para el estudio del tejido mamario. Es la técnica fundamental de los programas de detección precoz del cáncer de mama y junto con la ecografía y la RM, son los grandes pilares del manejo de la patología mamaria.

Ecografía: es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza los ultrasonidos como fuente de producción de imágenes.

Por su costo, disponibilidad, portabilidad, versatilidad y posibilidad de realizar una exploración dinámica escuchando activamente al paciente es una técnica que tiene alta rentabilidad diagnóstica y múltiples campos de aplicación.

La principal limitación de la ecografía viene determinada por las alteraciones a la transmisión del sonido en el hueso y en el aire, lo que hace que tenga dificultad para evaluar estructuras con aire (como el pulmón) o protegidas por hueso.

Resonancia magnética (RM): es una técnica de diagnóstico radiológico basada en la respuesta de los tejidos al ser sometidos a un campo magnético muy potente y excitado mediante pulsos de radiofrecuencia.

El funcionamiento es complejo e implica múltiples procesos físicos. Los estudios son más largos y la colaboración del paciente es muy importante. La seguridad es un elemento fundamental en la prueba, siendo imprescindible conocer si el paciente es portador de algún dispositivo incompatible.

Esta técnica permite obtener imágenes en múltiples planos y secuencias que proporcionan una información tanto morfológica como funcional. Y su principal ventaja sobre otros métodos de imagen es la alta resolución de contraste que permite estudiar los tejidos con gran detalle y la hace especialmente útil para la valoración del sistema nervioso, las estructuras músculo-articulares y estudiar lesiones viscerales.

No sólo diagnóstico

En todas las técnicas de imagen es el radiólogo, como médico especialista, es el que planifica cómo debe realizarse la exploración, determina si el contraste es necesario o si hacen falta pruebas complementarias para completar la valoración del paciente.

Este trabajo se realiza con la estrecha colaboración de los técnicos superiores en imagen para el diagnóstico (TSID).

Además de la vertiente diagnóstica, la radiología tiene una faceta cada vez más intervencionista.

Todas las técnicas radiológicas permiten realizar procedimientos intervencionistas, tanto para el diagnóstico (punciones con aguja fina o biopsias con aguja gruesa) como para el tratamiento, aumentando día a día el número de patologías que pueden ser tratadas con técnicas mínimamente invasivas por los radiólogos intervencionistas.

La selección de la técnica más adecuada va a depender de las características de la lesión y del paciente, la disponibilidad de equipamiento y la experiencia de los radiólogos.

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