Concientización sobre el uso de antimicrobianos y la importancia del enfoque “Una salud”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a los antimicrobianos como sustancias utilizadas para prevenir, controlar y tratar enfermedades infecciosas en humanos, animales y plantas. Sin embargo, la institución sanitaria advierte que éstos son cada vez más ineficaces producto de su utilización indebida y excesiva.

Por este motivo, desde 2020 entre el 18 y el 24 de noviembre se conmemora la Semana Mundial de Concienciación sobre el uso de los Antimicrobianos.

En sus inicios en 2015, esta efeméride solo hacía alusión a los antibióticos, pero hubo un cambio en el título dado que la resistencia se estaba extendiendo a una gama más amplia de medicamentos.

El lema de este año, «Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos», fue anunciado por la OMS en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

Para estas organizaciones, “la resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una amenaza para los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente. Nos afecta a todos. Por ello, el lema de este año pide la colaboración de todos los sectores para preservar la eficacia de estos medicamentos fundamentales”.

“Una salud”

Según la OMS, la lucha contra la RAM es un esfuerzo mundial y debe abordarse con un enfoque de «Una salud”. Este concepto (en inglés One health) se introdujo a comienzos del año 2000 y plantea que la salud animal, humana, vegetal y ambiental están indisolublemente entrelazadas y son interdependientes.

Los microorganismos farmacorresistentes, como bacterias, virus, hongos y parásitos, pueden propagarse dentro de las poblaciones animales, humanas y vegetales y entre ellas, incluso migrar a través del entorno.

La Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos busca promover la comprensión de la resistencia a los antimicrobianos, pero también el de fomentar las mejores prácticas entre las partes interesadas de “Una Salud” a fin de reducir la aparición y propagación de patógenos farmacorresistentes.

“Los desafíos que plantea la resistencia a los antimicrobianos son complejos y multifacéticos, pero no son insuperables. La respuesta del principio de “Una salud” a la resistencia a los antimicrobianos ayudará a salvar millones de vidas, preservar los antimicrobianos durante generaciones y salvaguardar el futuro contra los patógenos farmacorresistentes”, expone la OMS.

En este sentido la entidad publicó una serie de medidas preventivas para frenar eficazmente la resistencia a los antimicrobianos:

• Fortalecer la prevención y el control de infecciones en los establecimientos de salud, las granjas y las instalaciones de la industria alimentaria.
• Garantizar el acceso a los servicios de agua limpia, saneamiento e higiene.
• Aplicar las mejores prácticas en la producción alimentaria y agrícola.
• Minimizar la contaminación y garantizar una gestión adecuada de los residuos y el saneamiento.

¿Por qué se produce la resistencia antimicrobiana?

La RAM es también conocida como farmacoresistencia, y se produce cuando un microorganismo, ya sea virus, bacteria, hongo o parásito, resiste los efectos de los medicamentos.

Esto trae como consecuencia que las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, de aparición de formas graves de enfermedades y de muerte.

La Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), explica que “cada vez que una persona toma antibióticos sin que los necesite, mueren en esa persona las bacterias que son sensibles al antibiótico, quedando vivas las bacterias resistentes, que pueden crecer y reproducirse. De esta manera, el uso de antibióticos puede aumentar la cantidad de bacterias que son resistentes a fármacos”.

Se estima que para el 2050 las infecciones por bacterias multirresistentes serán la primera causa de muerte, incluso más que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, indica la Sochinf.

Cambio de hábitos

Para la OMS, la mayoría de las razones que pueden detonar la farmacoresistencia se pueden evitar realizando pequeños cambios en la forma como consumimos los antibióticos. Algunas de estas acciones son:

• No automedicarnos, sino al contrario, en el momento de presentar algún tipo de infección o fiebre debemos visitar a un médico para que nos recete el tipo de tratamiento adecuado para nuestros síntomas, que no siempre debe ser un antibiótico.
• Procurar comprar el principio activo adecuado en la dosis adecuada.
• Aunque este punto no siempre depende de nosotros, inyectar bajas dosis de antibióticos a los animales de consumo también genera resistencia en los microorganismos. Debemos procurar comer carne lo más natural posible y no tratada con antibióticos.
• Políticas adecuadas de prevención y control de infecciones en los países. Las vacunas son el mejor sistema de prevención que existe y en la medida en que disminuyamos el rango de incidencia de los virus, lograremos que estos sean erradicados.

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