Dra. Verónica Araya: “Hay niños de 10 años o menos que están desarrollando diabetes tipo 2”

Las cifras de la Federación Internacional de Diabetes (FID), con 537 millones de personas que padecen de esta enfermedad en el mundo, son una señal de alerta. Si le sumamos que en Chile, según la última Encuesta Nacional de Salud una de cada 10 personas la sufre, y que -nuevamente según la FID- en 2021 afectó más de 1,7 millones de chilenas y chilenos, el panorama es complicado.

Pero los actuales hábitos de vida y los efectos de dos años de pandemia hacen que la situación sea aún más alarmante ya que, según advierte la doctora Verónica Araya, endocrinóloga y diabetóloga de la Clínica Las Condes, la diabetes tipo 2 -característica de adultos- está empezando a aparecer en menores.

La integrante de la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes (Soched) dijo a Cienciaysalud.cl que “los malos hábitos o estilos de vida poco saludables están afectando en forma importante a niños y adolescentes, que además viven con toda esta tecnología que hacen que la mayor parte de las actividades sean frente a un computador o una pantalla. Entonces vemos que la diabetes tipo 2, que antes habitualmente era de los adultos, hay niños de 10 años o menos que la están desarrollando”.

Para afrontar este escenario, la recomendación de la experta es cambiar el estilo de vida más bien sedentario que caracteriza a las chilenas y chilenos, con miras a que la situación no siga empeorando.

“Va a haber que implementar una política de mejorar los hábitos y fomentar un estilo de vida saludable sobre todo en niños y jóvenes, para prevenir el problema futuro. Ya están apareciendo diabéticos tipo 2 a muy temprana edad, y en el fondo lo que hay que prevenir es que eso siga ocurriendo, o evitar que estos niños en sus edades de adultos jóvenes puedan desarrollar diabetes”, plantea.

El chequeo preventivo es clave

La integrante del grupo de estudio de la Diabetes de la Soched señala que, a causa de las restricciones derivadas de la pandemia, muchos pacientes dejaron de realizarse los chequeos y pueden haber pasado de una condición de resistencia a la insulina a un cuadro de diabetes tipo 2.

Ante esto, remarca la importancia de que quienes viven con esta patología retomen sus tratamientos, y que en general la ciudadanía acuda a realizarse al menos un control preventivo anual, que incluye la glicemia para detectar anomalías.

“Para toda la población, independiente de su condición de salud, incluso las personas sanas y sin problemas de peso, siempre es necesario realizarse un chequeo anual y tener en cuenta la importancia de una alimentación saludable, hacer actividad física, evitar el consumo de alcohol en exceso y el tabaquismo, que son todas cosas que favorecen la aparición de diabetes y de otras enfermedades metabólicas”, manifiesta.

“Y para quienes tienen diabetes, que mantengan sus controles regulares con los especialistas para ahí poder ir evaluando si tienen algún grado de descompensación o no, e ir mejorando las terapias, Y que adhieran a los tratamientos”, agrega.

Día Mundial

Este 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, enfermedad que cuenta con dos categorías.

La diabetes tipo 1, anteriormente conocida como diabetes juvenil o de aparición temprana, está más relacionada con factores hereditarios. Tener un padre, hermano o hermana con diabetes tipo 1, significa que podrías estar en riesgo de presentar esta condición, incluso sin presentar síntomas.

La diabetes tipo 2 es una condición que se desarrolla con el tiempo y aquí influyen factores de riesgo como el sedentarismo, sobrepeso u obesidad, y el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Según datos del Minsal, entre el 90% y el 95% de personas que tienen diabetes, presentan esta variante.

“Lo primero es la prevención y, una vez que aparece, hacer todo lo posible y tomar las medidas y conductas necesarias para evitar que llegue a un grado de descompensación que signifique que aparezcan las complicaciones crónicas, que pueden afectar a todos los órganos: los más reconocidos son el compromiso visual por alteraciones de la retina, compromiso del riñón, y también todas las enfermedades cardiovasculares y riesgos de trastornos cognitivos, como deterioro o demencia. Puede afectar a tantos órganos que por eso es tan importante tener un control adecuado”, finaliza la Dra Araya.

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