El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro, fecha que busca concientizar sobre los cuidados adecuados que deben recibir los bebés que nacen de forma temprana para que puedan sobrevivir, crecer y desarrollarse saludablemente.

En el mundo, cada año nacen más de 15 millones de niñas y niños prematuros, motivo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a presentar una serie de recomendaciones para mejorar las posibilidades de supervivencia de estos menores.

“Inmediatamente después del nacimiento debe producirse el contacto piel con piel con la persona cuidadora, conocido como el método de la madre canguro, en lugar de dedicar la primera fase tras el parto al cuidado en incubadora”, indicó la OMS.

Este procedimiento supone un cambio significativo con respecto a la orientación anterior y a la práctica clínica habitual, ya que refleja los inmensos beneficios para la salud que aporta el hecho de que la persona cuidadora y su bebé prematuro estén juntos tras el nacimiento, en lugar de ser separados.

Cifras en Chile

Un niño o niña es considerado prematuro cuando nace antes de que cumpla 37 semanas de gestación. Se les denomina prematuro extremo cuando el nacimiento se produce antes de las 32 semanas o con un peso menor a 1.500 gramos.

En Chile nacen cerca de 20.000 niños prematuros al año, lo que representa el 8,2% del total de los nacimientos. Aproximadamente un 1% son prematuros extremos, y de ellos un 75% logra sobrevivir. Más de un tercio lo hace con alguna secuela.

El Ministerio de Salud (Minsal), destacó a través de sus cuentas oficiales, que “el contacto piel a piel desde el momento del parto produce menor morbilidad en los niños y niñas de pretérmino, protegiendo su neurodesarrollo”.

Además, la autoridad sanitaria recalcó que la leche materna es la mejor opción de alimentación por la protección que otorga a mediano y largo plazo. Así como también recordó la importancia de la familia como parte del cuidado durante la hospitalización.

Piel con piel

Actualmente la prematuridad es la principal causa de muerte entre los niños y niñas menores de cinco años. De ahí que la OMS propone el método de la madre canguro, que combina el contacto piel con piel con el cuidador principal (normalmente la madre) durante el mayor número de horas posible, utilizando para ello un portabebés o un manto especial, con la lactancia materna exclusiva.

Los bebés prematuros presentan falta de grasa corporal, problemas para regular su temperatura y, a menudo, necesitan asistencia médica para respirar. Por esta situación, las recomendaciones anteriores de la institución sanitaria era estabilizarlos en una incubadora o un calentador.

Sin embargo, actualmente las investigaciones han demostrado que empezar a aplicar el método de la madre canguro justo después del parto salva muchas más vidas, reduce las infecciones, la hipotermia y mejora la alimentación.

“El primer abrazo con uno de los padres no solo es importante desde el punto de vista emocional, sino que también es absolutamente crítico para mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados de salud de los bebés pequeños y prematuros”, señaló la Dra. Karen Edmond, responsable médica de la salud de los recién nacidos en la OMS.

Riesgos y posibles secuelas

Según el Dr. Hernán Villalon, neonatólogo de Clínica Las Condes, existen diferentes circunstancias que pueden llevar a que un bebé nazca de forma prematura.

Está la causa de origen materno (enfermedad materna crónica o aguda); y la de origen fetal (malformación congénita, enfermedad genética o de la unidad fetoplacentaria).

El nacimiento prematuro de un bebé trae una serie de complicaciones para su salud, y una importante proporción mueren o presentan problemas que pueden dejar secuelas. “El riesgo de fallecimiento, en nuestro país, es muy diferente dependiendo de las semanas de edad gestacional, peso de nacimiento y condiciones al nacer -infección, alteración genética, etc.- ya que las causas por las que un niño nace prematuro pueden también condicionar este pronóstico”, indica el neonatólogo.

En cuanto a los riesgos y secuelas, el doctor señala que “se relacionan con la inmadurez de los sistemas para enfrentar la vida post natal, los tratamientos que debe recibir, por ejemplo, ventilación mecánica, y para modular reacciones del mismo cuerpo, como es la respuesta inflamatoria que puede producir mucho daño”.