Preferida por muchos por la mayor frecuencia de días soleados y jornadas con más luz natural, la primavera es para otros una de las estaciones más complicadas debido a las alergias.
Esta condición se manifiesta como rinitis alérgica, una enfermedad relacionada con la presencia de polen y que según la Organización Mundial de la Salud la padece más del 40% de la población.
La Dra. María José Cordero, integrante de la Clínica Alemana, explica que la alergia en la primavera se genera por la alta concentración de polen producido por árboles, flores, hierbas y malezas.
En esta época las plantas sueltan altas cantidades de este polvo fino y el sistema inmunitario crea defensas contra lo que cree es una sustancia peligrosa, provocando una reacción alérgica y a su vez una serie de síntomas particulares.
Síntomas de la alergia primaveral
Entre los síntomas principales de la rinitis alérgica están:
• Mucosidades y congestión nasal
• Picazón en ojos, nariz y garganta
• Estornudos
• Lagrimeo
• Congestión de los ojos
• Otros problemas de salud que también se pueden presentar en la primavera asociados a alergias son la conjuntivitis, la dermatitis y el asma bronquial
¿Qué hacer para prevenir las alergias de primavera?
La llegada de la primavera es inevitable, por eso lo principal es mantenerse alejado de los principales alérgenos que desencadenan reacciones en estos meses, como polen, malezas, pastos, entre otros.
En esta estación dan más alergia los árboles como el plátano oriental, álamo, aromo y nogal, además de los pastos y las malezas.
El plátano oriental es uno de los primeros en polinizar (fines de agosto e inicios de septiembre) y se mantiene, por lo general, en niveles altos todo septiembre y octubre. Mientras que el nogal predomina en octubre.
Recomendaciones
• Utilizar lentes de sol para proteger los ojos.
• Mantener las ventanas cerradas durante los días en los que haya mayor concentración de polen en el ambiente.
• Evitar realizar actividades al aire libre durante horas de la mañana.
• Secar la ropa en el interior de la casa.
• Emplear el aire acondicionado en el interior y en lo posible instalar filtros antipolen en los sistemas de ventilación de los automóviles.
• Evitar la concentración de ácaros de polvo en los muebles de la casa.
• Utilizar y tener a disposición pastillas para la alergia. Siempre teniendo en cuenta el diagnóstico e indicaciones de un especialista.
Fuente: Clínica Alemana.
